El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, considera hoy "muy respetable" la propuesta de la líder del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, pero advierte de que no existen "recetas mágicas".

Aguirre reclamó al Gobierno de Mariano Rajoy una "reforma radical y sin precedentes de las administraciones públicas" como "alternativa" a su política de subida de impuestos para reducir el déficit.

En su visita a la XXVIII Feria Nacional del Queso de Trujillo (Cáceres), el presidente extremeño resalta que hay servicios que pueden funcionar mejor privatizados, pero otros no, depende de qué áreas, de qué territorios, de qué personas estén al frente.

Monago no es partidario de establecer "líneas rojas", ya que muchas veces la buena gestión de los servicios no es tanto una cuestión de modelo, sino de contar con un buen equipo humano.

En Extremadura, a su juicio, los "reyes de lo público" son los socialistas, pero cuando gobernaban también privatizaban, y pone algunos ejemplos en el ámbito sanitaria, como la asistencia de rehabilitación neurológica y los servicios de lavandería y limpieza de los hospitales.

Por otro lado, insiste en pedir un mismo objetivo de déficit para todas las comunidades autónomas, a falta de una balanza para medirlo con objetividad, y recuerda que por ello así se fijó y se firmó en los años 2011 y 2012.

Monago entiende los problemas que puedan plantear otras comunidades autónomas, pero cada región tienen los suyos y las dificultades de España deben superarse con "esfuerzos colectivos".

En este sentido, considera que la población no es un criterio objetivo, ya que no es lo mismo dar servicios a un millón de personas reunidas en un ciudad que en 42.000 kilómetros cuadrados, como tiene Extremadura.

Es un criterio respetable, pero no lo comparte, y apunta que Extremadura puede reclamar por dispersión de la población, envejecimiento, paro...

"A mí me dan igual", dice el presidente extremeño sobre las criticas recibidas y apostilla que seguirá defendiendo los mismos argumentos.