Los requerimientos sanitarios para prevenir posibles contagios frente al covid-19 van a cambiar este año buena parte de la esencia de los campamentos de verano. El distanciamiento de al menos 1,5 metros entre personas y las mascarillas, poco tienen que ver son la estampa típica de los chavales compartiendo tienda de campaña, pabellón o habitación con el grupo de amigos, los baños colectivos o los turnos para limpiar, ordenar o recoger espacios como el comedor y la cocina.

Los requerimientos de higiene impiden ahora dejar esas actividades en manos de los niños, como recogen las guías editadas por la Consejería de Sanidad la semana pasada, que marcan las pautas a seguir hasta que exista un tratamiento farmacológico o una vacuna eficaz frente a la infección del coronarivus. «Las medidas que se nos piden en las guías son las lógicas, no hay nada que esté por encima de nuestras posibilidades. Pero deberían haber salido antes porque nos deja poco margen», dice Cristina Jarones, una de las responsables de Papirola.

1. Cupos al mínimo

La ratio máxima es de 10 participantes por cada monitor, que deberán ser siempre los mismos: ni los participantes ni los monitores podrán cambiar de grupo. Tendrá que haber un registro en el que se deje constancia de los integrantes de cada uno de los grupos. Las actividades se tendrán que organizar de forma que se mantenga una distancia interpersonal de aproximadamente 1.5 metros. Si no es posible, se deberán usar mascarillas quirúrgicas.

2. Compromiso familiar

Los organizadores deberán informar a las familias de las medidas preventivas y estas deberán firmar un documento en el que acepten las condiciones de participación y consentimiento informado. Además tendrán que informar al responsable del niño en el campamento si presenta algún síntoma. Las familias tendrán que encargarse además, «preferentemente» de trasladar al menor hasta el sitio en el que se va a realizar el campamento y las entradas se tendrán que programar de forma escalonada. Las familias tampoco podrán realizar visitas al recinto del campamento.

3. Mejor al aire libre

Se priorizarán las actividades realizadas al aire libre y se evitarán las aglomeraciones organizando la participación en cada una de ellas de forma escalonada. El número máximo de participantes por actividad al aire libre será de 100 (incluidos los monitores). Además, los integrantes de cada grupo no deben relacionarse entre sí, ni siquiera en los ratos de tiempo libre, que deberán ser también en con el mismo grupo. Se evitarán en todo caso las actividades que requieran contacto y se establecerán turnos en momentos como la comida, para evitar las aglomeraciones.

4. Nada de compartir

Tanto si la comida la proporciona la organización del campamento como si es de cada niño (las meriendas, en los campamentos urbanos, por ejemplo), no se podrá compartir con otros compañeros. Si se toma en un espacio cerrado no se podrá rebasar el 75% de su aforo o bien se tendrán que establecer turnos para garantizarlo. Además las mesas y las sillas tendrán que desinfectarse tras cada turno y en cuanto a las vajillas y utensilios, se recomienda que sean preferentemente de uso individual y exclusivo.

5. Habitaciones al 50%

En aquellas habitaciones que puedan ser compartidas, se ocupará el 50% de la misma, pero solo podrán compartirlas integrantes del mismo grupo. En el caso de literas, se ocupará solamente una plaza por litera y se dejará entre las camas una distancia mínima de 1,5 metros. Las habitaciones deberán ventilarse al menos durante 10 minutos y tres veces al día y se recomienda que cada niño haga su cama, para que nadie más la toque. Las tiendas de campaña no se desaconsejan, pero se establece un único ocupante por tienda salvo que sean convivientes. Igual que con las camas, la limpieza tendrá que hacerla cada ocupante a diario y en ambos casos se prioriza el uso de sacos de dormir propios de cada participante