"El político es un hombre que se vuelca y hace por los demás, que se sacrifica. Mi mujer temblaba cada vez que le decía que me iba a presentar a unas elecciones. Pero a mí me encantaba, a pesar de que la política te da más disgustos que satisfacciones. Algo debe de tener cuando uno sigue en ella. De todas maneras, yo no soy un hombre de partido y no aguanto que me den unas instrucciones herméticas de las que no me puedo salir y que no permiten tener criterio. Mi extracción es de origen modesto y he luchado mucho por los trabajadores siendo yo un trabajador. Los empresarios ya tienen quien les arregle los problemas, sus equipos de asesores. Defender a los trabajadores es un empeño noble. Los ricos ya se defienden ellos solos".