Los vecinos de Cordobilla de Lácara respiraban ayer más tranquilos, ya que el fuerte olor de los dos últimos días se ha disipado. De hecho, los 80 alumnos del colegio Zurbarán de la localidad, que fueron desalojados el miércoles, regresaron ayer a las clases "con normalidad, porque ya prácticamente no huele", comentan desde el centro. Además, los trabajos de limpieza de las tuberías de la red de saneamiento realizados con agua a presión por parte del ayuntamiento han dado resultados y han eliminado ese fuerte olor. Ahora solo queda saber la autoría del vertido al alcantarillado municipal. En este sentido, el alcalde de Cordobilla de Lácara, Antonio Cruz, confirmó ayer lo publicado por este periódico, y es que los análisis apuntan a que fue una mezcla del cobre y el abono utilizado para la cura de los olivos de la zona con otro producto el que provocó este fuerte olor al ser vertido a la red de aguas por algún agricultor, que en vez de limpiar en el campo la cuba con ese tratamiento para los olivos lo hizo vertiendo esos restos en alguna alcantarilla municipal.

LOS VECINOS QUIEREN SABER Como ya informó ayer este diario, se da la circunstancia de que este es un pueblo ecológico, y el uso de insecticidas está prohibido en las labores del campo, pero recientemente se han curado los olivares que rodean el pueblo con cobre y abono, y restos de ese tratamiento fitosanitario se ha vertido a una alcantarilla, produciendo ese fuerte olor que provocó las irritaciones en los ojos y la garganta de algunos vecinos.

En todo caso, las autoridades sanitarias insistieron ayer en que no ha habido ni hay riesgos para las personas ni para el medio ambiente. Sin embargo, los vecinos del pueblo, con el alcalde a la cabeza, no están totalmente tranquilos y quieren saber exactamente qué es lo que ha provocado ese fuerte olor que les ha ocasionado esas molestias con escozor en los ojos, la garganta, e incluso vómitos.