La zona norte de la región está, desde ayer, un poco más cerca de Portugal gracias a la inauguración y puesta en servicio de los 11,1 kilómetros del tramo Plasencia-Galisteo de la Ex-A1, bautizada como la Autovía del Norte de Extremadura.

Así, el "puente de unión entre Madrid y Lisboa" que será esta autovía --según dijo ayer el presidente de la Junta de Extremadura en el acto de inauguración del tramo-- cuenta ya con más de 60 kilómetros en servicio desde Navalmoral de la Mata hasta Galisteo y le separan otros 60 aproximadamente hasta la frontera portuguesa, de los que 40 están actualmente en obras, hasta la circunvalación de Moraleja.

Pero los 20 kilómetros restantes hasta Monfortinho están aún en el aire, a pesar de que el proyecto de este último tramo está ya redactado. Sin embargo, según fuentes de la Junta, "no vamos a acometer este tramo hasta que los portugueses no acometan el suyo (Monfortinho-Castelo Branco) porque no vamos a hacer una autovía para dejarla colgada en la frontera".

Así y, sine die , la autovía acabará en Moraleja porque, según desveló ayer en la inauguración del tramo el alcalde de Castelo Branco, Joaquim Morao, el concurso para la obra del primer tramo portugués se ha suspendido por la crisis económica.

No así el trazado extremeño porque, como subrayó ayer Guillermo Fernández Vara, "hemos seguido con esta carretera en tiempos difíciles, ya que se trata de un instrumento que produce mucho retorno para la región". Del mismo modo, hizo hincapié en que se trata de una "importante vía, no sólo para que los ciudadanos del norte cacereño salgan sino también para venir" y también salida de mercancías por carretera.

EMPRESA EXTREMEÑA Vara aprovechó también para anunciar que el próximo tramo, de Galisteo a El Batán, se pondrá en servicio la próxima primavera y, del tramo estrenado ayer, subrayó que lo ha ejecutado íntegramente una empresa extremeña, Senpa. "Es el primer tramo de autovía que hace una empresa extremeña ella sola y esto demuestra que aquí sabemos hacer bien las cosas, en muy poco tiempo se ha visto una gran evolución de la empresa extremeña", resaltó.

Tanto es así que, en este caso, y como destacó el director de la obra, Emilio Arévalo, la empresa ha reducido el plazo de ejecución del tramo en 9 meses, ya que el inicial era de 35 y se ha ejecutado en 26.

La Junta de Extremadura ha propiciado una inversión de 38.184.800 euros, conseguida gracias a fondos europeos y que ha permitido habilitar los 11,1 kilómetros que discurren entre Plasencia y Galisteo. Incluyen tres enlaces; un puente sobre el río Jerte; cuatro pasos superiores y seis inferiores; una pantalla antirruido para evitar que el sonido de la circulación llegue a una charca próxima y, como detalle artístico, se ha colocado a un lado de la vía una encina de acero corten a escala natural, donde figura la placa descubierta ayer con motivo de la inauguración.

A esta asistieron también Elia Blanco como alcaldesa de Plasencia y Blas Raimundo, alcalde de San Gil, donde se celebró el acto, además de numerosas autoridades. La primera subrayó la "vocación internacional" de esta autovía y elogió al presidente de la Junta porque "es importante tener objetivos claros y el presidente los tiene y el objetivo es que cada vez estemos más cerca de nuestros vecinos". Además, agradeció el esfuerzo de la Junta por agilizar esta carretera, teniendo en cuenta que "la administración es lenta y las obras públicas también".

Por su parte, Raimundo señaló: "Los que vivimos aquí lo agradecemos y espero que la historia no olvide que la Junta puso las infraestructuras para que Extremadura esté donde está".