Ruido, mucho ruido. Color. Ambiente. Batucada. Y un solo grito: «El Valle, unido, jamás será vencido». Así reivindicaron ayer los productores de cerezas del Valle del Jerte y las comarcas vecinas, en la plaza Mayor de Plasencia, la situación que viven los agricultores y sus cerezas en la actualidad.

Cerca de un millar de personas, entre miembros de la Asociación Valle del Jerte y comarcas vecinas, y ciudadanos que se sumaron a la reivindicación, abarrotaron gran parte de la plaza. Una batucada animó el comienzo de la protesta con sus sones rítmicos, como esos agricultores que año tras año recolectan las cerezas del árbol.

Unos niños también se quisieron sumar a la protesta y con unos carteles elaborados por ellos pidieron lo mismo que los mayores, un trato justo y que se reconozca el trabajo que realizan.

No faltaron tampoco las pancartas reivindicativas del trabajo y el esfuerzo, en las que se podían leer frases como «si el campo no produce, la ciudad no come» o «trabajamos por la cara».

Durante el transcurso de esta fiesta reivindicativa de la cereza hablaron varios miembros de la asociación, que leyeron varios manifiestos en contra del robo y la injusticia que están sufriendo y pidiendo que luchen todos juntos, todos a una, para que se les conceda lo que piden. También hubo espacio para las poesías dedicadas al Valle del Jerte, a las cerezas y a los padres y abuelos agricultores.

Y es que tras esa concentración celebrada el pasado 10 de junio en Cabezuela del Valle, a la que acudieron más de 2.000 personas, se decidió crear esta asociación con el objetivo de reivindicar un precio digno para la cereza, el poder tener acceso a un seguro más asequible, más leyes que favorezcan a los agricultores frente a los oligopolios, el reconocimiento a la agricultura tradicional y que sirva de concienciación a los consumidores.

«Los agricultores del Valle del Jerte y las comarcas vecinas ven como año tras año su trabajo es peor remunerado, incluso llegando a quedar sus cosechas sin recoger por no poder cubrir gastos», señalaban en un comunicado que hicieron público en la concentración.

Además, también reivindicaron su labor social, «que va más allá de la producción de fruta, ya que somos un sector de gran fijación de población en zonas rurales y el dinero obtenido de la agricultura, en muchos casos, es un suplemento para poder llegar a fin de mes», explicaban.

Todo transcurrió con normalidad y de forma cívica.