"La situación es ya insoportable. Si esto sigue así, voy a tener que echar a todos mis empleados a la calle". Mariano Pino, gerente de Alimentaciones Pino, en Miajadas, cuenta con angustia como su empresa lleva desde mediados de julio con la luz cortada. Asegura que la empresa CHC Energía estuvo año y medio sin pasarle recibos, y que después le llegaron todos los atrasos de golpe. Y afirma también que se ha ofrecido a saldar la deuda --unos 40.000 euros-- mediante pagos fraccionados, pero que la compañía se niega para "dar una lección a las demás empresas" que se encuentran en esta misma situación y que, según él, son muchas en la localidad.

Alimentaciones Pino es una empresa de venta de congelados. Cuenta con cinco cámaras frigoríficas y una decena de congeladores. Para poder mantenerlos en funcionamiento ha tenido que instalar un grupo electrógeno, que durante estos cuatro meses y medio ha supuesto ya un gasto de 28.000 euros, entre gasóleo y mantenimiento. "Entre semana vengo aquí a las cuatro de la mañana y me voy a las once de la noche, pero los sábados hasta duermo en la oficina por miedo a que se pare el grupo", relata Mariano Pino, a la vez que indica que la compañía distribuidora de la zona, Energía de Miajadas --a quién culpabiliza de su situación--, se ha negado a darle acceso con otra comercializadora. Ni siquiera solicitándolo a través de su hijo. "Nos han tratado como animales", lamenta.

De Alimentaciones Pino dependen nueve familias --incluida la suya y la de su hijo--, aunque hasta septiembre eran once. Ese mes tuvo que despedir a dos de sus trabajadores. "No me merezco esto, yo no me niego a pagar la deuda", insiste. La empresa le exige cancelarla en tres cuotas de unos 13.000 euros mensuales, un fraccionamiento que Pino considera inviable, y que puede llevar al cierre de su negocio. Su propuesta, que consiste en abonar recibos de 1.200 euros más el consumo que corresponda a cada mes, no ha sido aceptada por la empresa.

Ha tratado de solucionar el conflicto recurriendo ante el Instituto de Consumo y la Junta de Extremadura, pero en ambos casos las gestiones no han servido para nada. Es más, asevera que la compañía le ha quitado el cuadro eléctrico, situado en un espacio perteneciente a la empresa, "sin orden judicial" ni contar con su autorización.

Versión diferente

La versión que se da en Energía de Miajadas es radicalmente distinta. En primer lugar, su gerente, Emilio Manzano, incide en que no es con esta compañía con quien Mariano Pino mantiene su deuda, "es con CHC Energía", detalla. En cualquier caso, sostiene que únicamente fueron "dos o tres meses" los que se estuvo sin facturar a este cliente y resume el problema en que "este señor no ha querido pagar". Recalca que el corte de luz ya se le había "retenido en varias ocasiones" al tiempo que justifica el rechazo a la fórmula de pago que él ha propuesto en que la amortización se alargaría "cinco años", cuando el tope que ha establecido la compañía es de dos, uno más, asegura, que el mínimo que determina la normativa.

También niega que no se le haya querido facilitar la conexión con otra comercializadora. "No le podemos negar el acceso a nadie salvo que sea por problemas técnicos", explica. "Lo único que le he dicho es que CHC no le hace un contrato porque existe una deuda y que mire en cualquiera de las otras treinta comercializadoras que están dadas de alta en el ministerio", remacha.