Desde el 29 de abril en que empezó el proceso de escolarización, nuestro estado de ánimo ha sido como una montaña rusa (lleno de subidas y bajadas) dado que nuestras hijas se quedaban fuera del centro que, exclusivamente, habíamos elegido para su educación. Y seguimos sin entender como si el inspector de educación valoró la opción de un aula mixta para que nuestras hijas pudieran matricularse en el CEIP Francisco de Zurbarán, en el centro educativo hay recursos humanos y materiales para poder hacerlo y la Comisión de Escolarización fue favorable a dicha solución, la Delegada de Educación, Doña Concepción Cajaraville se mantiene en sus trece de únicamente permitir la matriculación de 26 niños/as en el aula de 1º de infantil.

Menos lo entendemos cuando día tras día veíamos en los medios que en otras localidades como Almendralejo o Mérida se estaban ampliando unidades en centros educativos. O cuando tras mantener una reunión con la mismísima delegada de Educación en la que nos dejo bien claro su resolución sin opción a defender nuestra postura o refutarle su decisión, nos encontramos con un grupo de padres del colegio Nuestra Señora del Carmen (Hermanos Maristas) que pedían a la Delegación Provincial de Educación que ampliase la ratio de los grupos de primer curso de Infantil en ese centro y en la prensa aparece una noticia en la que indican que según manifestaban esos padres, doña Concepción Cajaraville les aseguro que aún no está cerrada la posibilidad de aumentar la ratio.

POR TODO ESTO nos gustaría que alguien nos pudiera responder consecuentemente a estas preguntas que nos rondan por la cabeza: ¿Qué pasa con nuestro derecho a elegir el centro docente o a escoger el tipo de educación que queremos para nuestros hijos recogido en el art. 108 de la LOE o en el art. 26.3 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre? ¿Qué pasa con el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban una formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones recogido en el art. 27.3 de la Constitución? ¿Cuál es esa casuística tan especial de Fuente de Cantos, el que donde se está solicitando aumento de ratio es en un Centro Público? ¿Tiene algo que ver que el pasado 02/07/2013 haya salido publicado en el DOE el decreto 108/2013, de 25 de junio, por el que se establecen normas para la aplicación del régimen de conciertos educativos a partir del curso académico 2013/2014? ¿Dónde queda el pensar en nuestras hijas y nuestras familias?

Queremos que quede claro que no tenemos nada en contra del centro privado concertado San Francisco Javier ni contra los profesionales que en el trabajan, que sabemos por seguro que son buenos profesionales. Sino que, simplemente, por motivos religiosos (los padres de dos de las menores quieren una educación laica para sus hijas y aunque ir a clase de religión es una opción el centro tiene un ideario religioso que de forma innata consideramos que se va a transmitir a nuestras hijas) y por otra serie de convicciones (la madre de otra de las menores trabaja en la educación pública) hemos decidido elegir el CEIP Francisco de Zurbarán y nos gustaría que, al igual que a las otras 38 familias que este año han escolarizado a sus hijos/a en Fuente de Cantos, se respetara el derecho de elegir el centro para nuestras hijas.

* Carta escrita por tres madres afectadas por el proceso de escolarización en Fuente de Cantos.