El subdirector de Salud Mental del Servicio Extremeño de Salud defiende la red de salud mental de Extremadura, aunque reconoce que hay carencias, especialmente en la atención a los enfermos de más temprana edad. "El punto débil es la atención infanto-juvenil. Hay que abrir más equipos de salud mental para estas edades, y una unidad de hospitalización infanto-juvenil que por razones coyunturales no se ha podido todavía abrir en el área de Badajoz", señala.

Y añade que el sistema sanitario extremeño debe "reflexionar en la falta de recursos para la atención. Los equipos de salud mental que tenemos no son suficientes".

Es más, aunque destaca que el Plan de Salud Mental de Extremadura es una "buena herramienta" para mejorar la atención a los pacientes, su ritmo de implantación "se ha ralentizado un poco debido a la crisis, que no ha permitido mantener el ritmo establecido".