El sindicato UGT, en colaboración con el Consejo de la Juventud de España, iniciará una campaña que, bajo el lema Que nadie te engañe. Trabaja por lo justo , intentará concienciar a los jóvenes para que luchen contra la precariedad laboral mediante su unión a través de las organizaciones sindicales, informa la agencia Efe.

El secretario regional de Acción Sindical y Juventud de UGT, Nereo Ramírez, y el técnico del Departamento de Juventud, Carlos Murillo, presentaron ayer en Mérida esta campaña dirigida a combatir la precariedad laboral en Extremadura, donde el 46% de los contratos son temporales, frente al 34% de la media nacional y el 13% de la UE.

La campaña consta de folletos informativos sobre los derechos laborales de los jóvenes, a quienes se les invitará a afiliarse al sindicato como mejor medida para denunciar las situaciones de irregularidad, desigualdad e injusticia que padecen, según explicó Ramírez.

Subrayó que la lucha contra la precariedad laboral, que afecta principalmente a los jóvenes y, entre ellos, a las mujeres, es una aspiración continua de los sindicatos, pero reconoció que estos no tienen actualmente propuestas específicas para combatirla: "Las leyes dan la posibilidad a las empresas de recurrir a la temporalidad y a la concatenación de contratos, una práctica que queremos que se vaya eliminando poco a poco y, para ello, hay que decirle a los jóvenes que denuncien esas situaciones".

Por eso, la campaña no es sólo de concienciación, sino también "una llamada a la acción y la movilización para que los jóvenes tomen parte ante esta situación de discriminación", recalcó el dirigente sindical, para quien las soluciones deben partir del propio trabajador para que sean realmente efectivas.

Ramírez reconoció también que la denuncia puede costarle al trabajador su puesto, pero precisó que hay mecanismos para evitarlo y dijo, a modo de ejemplo, que si un trabajador es delegado sindical, desde que denuncia su situación irregular, la empresa está obligado a mantenerle su empleo durante dos años.

Según explicó Ramírez, en España sólo el 25% de los trabajadores están afiliados a un sindicato, frente al 80-90% de los trabajadores de algunos países europeos.