El secretario general del Sindicato Médico de Extremadura (Simex), José Ignacio Vilella, calificó el borrador de Ley de Tiempos de Respuesta en la Atención Sanitaria Especializada, adelantado ayer por EL PERIODICO, como "un engaño a los ciudadanos y un intento de marear la perdiz", mientras desde FSP-UGT, el secretario de Atención Sanitaria, Felipe Bachiller, apuntó que el texto va en la buena línea "porque da garantías al paciente".

En su crítica al texto, Vilella, que matizó que la Consejería de Sanidad "no ha tenido siquiera la deferencia de informar del texto a este sindicato", señaló que "el problema es de mala planificación y escasez de médicos", y agregó que "aquí hay 900 médicos menos que en Aragón, para la misma población".

El dirigente del Simex comentó que "el consejero dice que no hay especialistas, pero, si no salen convocatorias ¿cómo lo sabe?". Vilella añadió que "se ha abusado de los contratos basura, con lo que los médicos se forman aquí y se van a Portugal, y no se ha planificado nada, con lo que los médicos están a tope de presión, con pocos recursos, y se intenta tapar el agujero trayéndolos de sudamerica".

Vilella aseguró que la falta de personal afecta tanto a la atención primaria "como lo demuestra la vergüenza de las sustituciones de verano que no se cubren", como a la especializada, "donde el asunto terminará estallando, porque aquí lo que interesa es ahorrar en el presupuesto, que es una auténtica barbaridad, porque los presupuestos están para gastarlos".

TRANSPARENCIA Una opinión muy distinta es la que mantiene Bachiller, representante del sindicato mayoritario en enfermería, quien aseguró que la norma es buena "sobre todo porque pone en marcha mecanismos que facilitan la transparencia y que el ciudadano sepa en qué lugar de la lista está y cuánto tardará en ser atendido".

El representante de UGT manifestó además que "es muy positivo que se marquen límites de tiempo en la atención, que creo que son bastante ajustados, y que, si se van a sobrepasar estos tiempos, el paciente pueda optar entre mantenerse en la lista, ser operado en otro hospital público o ir a una clínica privada, aunque desearíamos que esto último ocurriese las menos veces posible".

Bachiller explicó también que "como sindicato, nos gustaría que la sanidad pública dispusiese de cuantos más recursos humanos y materiales, mejor, pero entendemos que los presupuestos son limitados", y añadió que "en todo caso, al paciente se le garantiza la atención en un tiempo razonable, que es lo más importante, y la limitación de plazos ayudará a bajar la lista de espera".