La posición de la Junta de Extremadura sobre la posibilidad de que la región almacene el ATC se ha dejado patente en repetidas ocasiones. La más contundente fue el 24 de mayo del 2005, cuando la vicepresidenta Pallero afirmó que el cementerio nuclear se haría "por encima de nuestro cadáver". Por otro lado, la Asamblea extremeña también se pronunció en ese mismo sentido, y en noviembre de 1995 aprobó con unanimidad de los tres grupos parlamentarios entonces (PSOE, PP e IU) que la región no acogería ningún ATC.