La baja definitiva de vehículos se hace, desde ayer, imposible en Extremadura. Este hecho, que ha sorprendido a numerosos extremeños, se debe a la entrada en vigor de una nueva normativa, un Real Decreto del Ministerio del Interior que exige la presentación de un certificado de destrucción, emitido por centros autorizados de tratamiento de vehículos, para dar baja definitiva en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico.

Aunque la norma es valorada como positiva, "pues lo que ésta pretende es que no haya basura urbana, que los vehículos, al final de su vida útil, sean retirados de la vía pública y queden descontaminados para proteger el medio ambiente", señaló ayer a EL PERIODICO Antonio Carrasco, jefe provincial de Tráfico de Cáceres, lo cierto es que en Extremadura lo que supone actualmente es un grave problema.

Por ello, exigen una rápida solución tanto los ciudadanos como, y sobre todo, los concesionarios, "pues esto nos afecta mucho para el plan Prever".

Y es que, de momento, en la región no existe ningún centro autorizado de tratamiento, por lo que el ciudadano se ve imposibilitado para conseguir el exigido certificado de destrucción.

Jesús Domínguez Cuesta, presidente de la Asociación Extremeña de Desguazadores y Reciclaje del Automóvil, hizo constar ayer a este diario que al menos diez empresas de la región se encuentran preparadas para realizar el tratamiento exigido, a la espera, tan sólo, de que la Consejería de Medio Ambiente les de la autorización necesaria.

Ya han solicitado una reunión con el director general de Medio Ambiente, Guillermo Crespo, "para pedir que se apruebe, al menos, la concesión de autorizaciones transitorias para poder empezar a funcionara y evitar este serio problema que se plantea a todos los extremeños, especialmente a concesionarios y talleres de compra venta".