Los nuevos jubilados extremeños que se han ido incorporando al sistema durante el 2019 han percibido en torno a 1.100 euros mensuales. Con datos hasta octubre, el máximo del año se alcanzó en enero, con 1.267,5 euros, y el mínimo en mayo, con 1.055,3. El promedio mensual de las bajas, en cambio, no ha llegado a los 870 euros, con lo que la brecha entre quienes salen y entran del sistema se ha movido por encima del 30%.

«Está empezando a jubilarse la generación que había entrado con las competencias autonómicas transferidas, la ‘generación de la Junta’», aclara Inmaculada Domínguez, profesora de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Extremadura y directora del grupo de investigación Pensiones.

En contraposición, los jubilados que van falleciendo provienen en gran parte del régimen agrario, «con lo cual iban a pensiones mínimas».

Con todo, la región no parece que vaya encaminada a reducir el diferencial en cuanto a pensiones medias con el resto del Estado. Si a 1 de diciembre la prestación por retiro promediada en Extremadura era de 947,33 euros, 196,2 menos que la nacional (1.143,55), entre enero y octubre la distancia entre las altas sobrepasó los 200 euros (cada nueva pensión en España está en torno a 1.350 euros). Además, en el caso de las bajas la desigualdad también es menor (no llega a los 170 euros).

MEDIAS POR REGÍMENES / Por regímenes, la prestación media de jubilación varía ostensiblemente en la comunidad autónoma. Así, en el caso del general, el montante percibido es de 1.034 euros, para un total de 93.735 pagas registradas. Importe muy por encima de lo que reciben los autónomos retirados, donde las 31.911 prestaciones contabilizadas en noviembre promedian 717 euros.

Muy por debajo ya en cuanto a número de perceptores quedan el SOVI, con 1.976 pensiones y 411 euros de media; accidentes de trabajo (1.426 y 972, respectivamente); enfermedades profesionales (137 y 1.240); minería del carbón (66 y 1.869); y trabajadores del mar (35 y 1.314 euros).