Las familias que se declararon en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras) en Extremadura ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas ascendieron a nueve durante 2010, mientras las empresas concursadas en la región fueron 39.

Así se desprende de la Estadística de Procedimiento Concursal del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este martes.

Del total de concursos registrados el año pasado en la región, 44 fueron voluntarios y cuatro necesarios. Atendiendo a la clase de procedimiento, los abreviados fueron 46 y los ordinarios dos.

De las 39 empresas concursadas en Extremadura, nueve tenían como actividad principal la industria; doce la construcción; seis al comercio al por mayor; una al comercio al por menor; tres al transporte y almacenamiento; una a la hostelería; una a la actividad de inmobiliarias financieras y seguros; una a actividades profesionales, tres al resto de servicios y dos a actividades sin clasificar.

A su vez, dentro de las empresas que se declararon en concurso el año pasado en la comunidad autónoma extremeña, nueve eran sociedades anónimas, mientras que 24 eran sociedades limitadas.

Por otra parte, 17 de las empresas concursadas el año pasado en la región se concentraron en el tramo más bajo de volumen de negocio, de menos de dos millones de euros. En el tramo más alto, de más de diez millones de euros, se encontraron dos.

Sólo en el cuarto trimestre del año, el número de deudores concursados en Extremadura alcanzó los catorce afectados. Por tipo de concurso, diez fueron voluntarios entre octubre y diciembre, mientras que cuatro fueron necesarios. Atendiendo a la clase de procedimiento, los ordinarios fueron uno y los abreviados trece.

De los catorce concursos del cuarto trimestre en la región, once fueron empresas y tres fueron familias. Además, de las empresas concursadas en ese periodo, cuatro tenían como actividad principal la industria; cuatro la construcción; dos el comercio al por mayor, y una dedicada a actividades sin clasificar.

Datos nacionales

En el conjunto del país, las familias que se declararon en concurso de acreedores ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas ascendieron a 905 durante 2010, lo que supone un descenso del 11,4% respecto a 2009. Por su parte, las empresas concursadas bajaron un 6,4 por ciento, hasta sumar 4.845 procedimientos de quiebra.

En total, el número de familias y empresas en concurso fue de 5.750 en 2010, un 7,2% menos que en 2009. Estos descensos contrastan con los fuertes repuntes experimentados en 2009. En aquel año, las familias en quiebra subieron un 132%, las empresas un 466% y el total de deudores concursados, casi un 80%.

Del total de concursos registrados el año pasado, 5.462 fueron voluntarios, un 7,1% menos que el año anterior, y 288 necesarios, un 9,1% menos. Atendiendo a la clase de procedimiento, los abreviados aumentaron un 9,4% en tasa anual, mientras que los ordinarios descendieron un 62,6%.

De los 5.750 deudores concursados en 2010, el 84,3% fueron empresas (personas físicas con actividad empresarial y personas jurídicas). Una de cada tres empresas declaradas en concurso en 2010 tenían como actividad principal la construcción y la promoción inmobiliaria.

Industria y energía fue la actividad económica en la que más disminuyó el número de empresas concursadas en comparación con 2009 (un 20,7%), frente a la hostelería, que fue en la que más aumentó (un 52,9%).

Dentro de las empresas que se declararon en concurso el año pasado, 865 eran sociedades anónimas, un 13,2% menos que en 2009, mientras que 3.651 eran sociedades limitadas, con un descenso del 4,6% respecto al ejercicio anterior.

El 61,8% de las empresas concursadas el año pasado se concentraron en el tramo más bajo de volumen de negocio (menos de dos millones de euros). En dicho tramo se encontraban la totalidad de las personas físicas con actividad empresarial, el 63,9% de las sociedades de responsabilidad limitada y el 41,4% de las sociedades anónimas.