El Carrascalejo, en la provincia de Badajoz, y Alcollarín, Benquerencia, Cachorrilla, Casas de Miravete, Conquista de la Sierra, Rebollar, Segura de Toro y Villar de Plasencia, en la de Cáceres. Estas son las nueve localidades extremeñas que no registraron ninguna defunción en el año 2018. Desafortunadamente, no es que hayan encontrado el elixir de la vida eterna, sino que a menos habitantes, menos muertes.

Según los datos del IEEx, en 2018 se inscribieron 11.400 defunciones, lo que supone 15 más que el año anterior. Así, la tasa bruta de mortalidad por cada mil habitantes es de 10,3.

Los tres primeros meses del año son los que registraron más defunciones: enero (1.249), marzo (1.120) y febrero (1.049).

El 50,89% de las defunciones se dieron en varones y las principales causas de fallecimiento fueron enfermedades del sistema circulatorio -más comunes en las mujeres-, y tumores y patologías del sistema respiratorio -que provocaron más muertes en los varones-.

En cuanto a la tasa de natalidad, el pasado año se registraron 7.853 nacimientos en la región, 681 menos que en 2017, lo que sitúa la tasa bruta de natalidad en 7,34 por cada mil habitantes.

Los meses con mayor número de nacimientos fueron octubre (705) y agosto (698), mientras que febrero fue el mes en el que menos nacimientos hubo, con 565. M.ROSADO