El alcalde electo de Guadiana del Caudillo (Badajoz), el socialista Francisco Moreno, anunció ayer que sus primeras medidas nada más tomar posesión del cargo serán el cambio del nombre del pueblo y la eliminación de los vestigios franquistas. Moreno tomará posesión el próximo 15 de junio y una o dos semanas después tiene previsto convocar un pleno extraordinario para cumplir con la ley de memoria histórica.

El PSOE ha ganado las elecciones municipales en este pueblo de colonización por mayoría absoluta, lo que le ha dado seis concejales frente a los cinco obtenidos por Vox, mientras que el PP no ha obtenido representación.

Los socialistas han sumado 828 votos, 656 Vox y 66 el PP, que había presentado como cabeza de cartel al exdelegado del Gobierno en Extremadura y exdirector de la Policía Nacional con el Gobierno de Mariano Rajoy, Germán López Iglesias. A pesar de que esta candidatura ha pedido restar votos al alcalde en funciones, Antonio Pozo, elegido en 2015 por el PP y que abandonó el partido hace un año para alistarse en Vox, el PSOE hubiera ganado igual, apuntó Moreno.

MALESTAR / El alcalde electo achaca la victoria al «malestar» existente con el alcalde, ya que ha antepuesto su «cruzada personal» sobre la memoria histórica a los intereses del pueblo. En este sentido, señaló que el nombre de la localidad estaba «por todos los sitios» y que la gente les tenía catalogados como «un pueblo franquista».

A la sesión extraordinaria llevarán el cambio del nombre del municipio, que pasará a denominarse únicamente Guadiana, y la retirada de los vestigios franquistas. En concreto, la placa y el águila de San Juan que están en la fachada del Ayuntamiento. La placa recuerda que Francisco Franco inauguró en mayo de 1951 la primera fase de construcción de este pueblo.

Además, según ha indicado Moreno, van a estudiar si retiran el recurso que planteó Pozo ante el Supremo contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura de octubre de 2018 que les obligaba a retirar los vestigios franquistas, tras una denuncia de la Agrupación Local del PSOE.

Después de conseguir la independencia de la ciudad de Badajoz el 17 de febrero de 2012, los vecinos decidieron días después en una consulta popular que se mantuviera el nombre del pueblo, la opción por la que apostaron 495 de los 817 votantes. Por incumplir la ley, la Diputación de Badajoz les había retidado las ayudas públicas.