Extremadura continúa mirando al exterior. El consejero de Economía, José Luis Navarro, presentó ayer en la Asamblea el Plan Exporta, una estrategia dotada con 35 millones de euros hasta el año 2020 con la que se pretenden fomentar las ventas de las empresas extremeñas en los países de fuera. Entre otros objetivos, busca elevar del 15% al 20% el peso de las importaciones y exportaciones en el PIB regional y reducir del 80% al 70% la dependencia de la Unión Europea (UE), además de aumentar un 10% el número de empresas que exportan (hasta las 1.800) y un 23% las que lo hacen regularmente (650).

«No es posible imaginar el futuro de la economía sin una mayor presencia de las empresas extremeñas en los mercados exteriores», afirmó Navarro, que señaló que en los últimos 10 años las exportaciones de la región han crecido más de un 70%. Se trata de una tendencia que continúa, pues si en todo 2016 las exportaciones supusieron 1.681 millones, en el acumulado de enero a agosto de 2017 han sido 1.433, lo que representa «un magnífico dato»: un 12,4% más frente al 9,1% nacional.

El consejero señaló que la región tienen un «amplio margen de crecimiento» en este ámbito «y un enorme potencial para hacerlo», aunque también cuenta con «factores limitantes» como las infraestructuras (fundamentalmente las ferroviarias, que «lastran la competitividad») o la escasa cultura emprendedora de las empresas. Sin embargo, Navarro insistió en que las que se han lanzado a ello «no pueden volver a la zona de confort del mercado nacional y las que no lo han hecho tienen que hacerlo». Con esta vocación se elabora el plan, que incluye nueve objetivos estratégicos y 36 medidas presupuestadas que cuentan ya con el beneplácito de los sindicatos y la patronal.

Desde la oposición, el diputado del PP Hipólito Pacheco criticó a Navarro por apuntarse el «mérito» de la mejora de las exportaciones, pues a su juicio ahora se están recogiendo los frutos de las medidas impulsadas por el PP y la «inercia positiva» que dejó. La portavoz de Podemos, Jara Romero, alertó de la alta concentración de productos, destinos y agentes exportaciones y reclamó «una nueva estrategia» dotada de un horizonte temporal más amplio y no basada en un modelo «obsoleto» como el actual.