Más de 13.000 agricultores extremeños por cuenta propia experimentarán subidas en sus futuras pensiones gracias a la integración de este colectivo en el régimen de autónomos de la Seguridad Social. El anteproyecto de ley que incluye esta medida fue aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros y desarrolla el acuerdo alcanzado el pasado mes de octubre entre el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y los sindicatos agrarios UPA, Asaja y COAG.

"Estos agricultores y ganaderos mantendrán la diferencia en el tipo de cotización, que es del 18,7% en el Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS), frente al 26% del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), pero sus prestaciones y pensiones serán las mismas", explica Ignacio Huertas, secretario general del sindicato UPA-UCE.

Lo que sí se incrementarán son las bases de cotización hasta igualarse con la del resto de profesionales autónomos. Se hará de manera paulatina, en 12 euros al mes este ejercio y en otros tantos en el 2007 y en el 2008, año este último en el que la integración será obligatoria.

Según explica Ignacio Huertas, el crecimiento en el importe de las pensiones será significativo: "Con los estudios que manejamos, un agricultor de 50 años que se cambie ahora de régimen puede tener un aumento en su pensión cuando se jubile de entre 120 y 150 euros al mes". Actualmente, la pensión media en el REASS es de 419,70 euros para los trabajadores por cuenta propia, frente a los 644,08 euros de media del sistema.

El dirigente de UPA-UCE aclara que los profesionales del campo beneficiados por esta reconversión podrían superar a los algo más de 13.000 inscritos actualmente como agricultores por cuenta propia en Extremadura, ya que también cambiarán las condiciones para pertenecer a este nuevo sistema. Así, se sustituirá el anterior requisito de no superar los 27.000 euros como base imponible de la explotación, ya sea tierra y/o ganado, por el de no sobrepasar los 24.000 euros anuales de beneficios netos.

Otra de las mejoras que aporta el anteproyecto de ley es la una mayor flexibilidad para que estos profesionales contraten a otros trabajadores. Se establecen como límites los de dos fijos y las 546 jornadas al año para jornaleros. Estos topes se amplían proporcionalmente al número de cotitulares que tenga la explotación, con lo que se quiere incentivar la afiliación a la Seguridad Social de los cotitulares de explotaciones familiares. "Antes no se podía tener contratado a un trabajador más de seis meses consecutivos", apunta Huertas, que agrega que esto obligaba a muchos titulares a afiliarse al régimen general.