La renta básica llegará partir de ahora con un pan bajo el brazo. El pasado 26 de junio entró en vigor la reforma que pactaron el PSOE y Podemos en la anterior legislatura, que eleva en unos 100 euros la cantidad mensual a percibir y suaviza los requisitos. Ahora se llama renta extremeña garantizada y supone para los beneficiarios una prestación de 537 euros mensuales que puede llegar hasta los 870 en función de los miembros del hogar.

El aumento de las cuantías es una de las principales novedades que trae la reforma legislativa, que introdujo además otras modificaciones para abrir exponencialmente el abanico de beneficiarios. La principal es que se suprime el requisito de estar en riesgo o situación de exclusión social para cobrarla, si bien desde la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales detallan que «se sigue manteniendo como finalidad la de promover la integración social de aquellos que se encuentren en estas situaciones».

También se reduce de un año a seis meses el tiempo mínimo de empadronamiento o residencia en la región para soliciarla y se modifica el régimen sobre el que se calculan los ingresos mínimos que dan derecho: si antes la Administración se guiaba por el Iprem, ahora se entenderá cumplido el requisito de falta de ingresos cuando el solicitante no perciba rentas, «de cualquier naturaleza», superiores en cómputo mensual a la cuantía de renta garantizada que corresponde. Es decir, que la prestación podría a partir de ahora complementar un trabajo, ayuda o pensión inferior a los 537 euros mensuales.

TRÁMITES / En cuanto a la tramitación, es similar a la de la renta básica: se realiza ante los sericios sociales de ayuntamientos y mancomunidades. Por lo que respecta a las cuantías, se seguirán calculando en base al Iprem, aunque el mínimo a percibir será del 100% de este indicador y no el 80% como se venía abonando hasta ahora, lo que se traducirá en un incremento de unos 105 euros al mes. Para una persona la ayuda a percibir a partir de ahora serán 537 euros, frente a los 430 anteriores; para familias de dos miembros 645 euros (antes 537); para familias de cuatro 752 (antes 645) y así hasta un máximo de 860 euros (antes 726) para hogares de siete miembros o más.

La reforma de la renta básica se plasma en la nueva Ley de Renta Extremeña Garantizada, una norma impulsada por Podemos que se aprobó en el pleno de la Asamblea el pasado mes de febrero con el apoyo del PSOE tras incorporar 70 enmiendas (el PP votó en contra y Cs se abstuvo). Los socialistas dejaron claro que la prestación no será en ningún caso vitalicia ni universal y que debe reforzarse el derecho al cobro con el cumplimiento de un programa de inserción.

Aunque se aprobó en febrero, no ha entrado en vigor hasta ahora, cuatro meses después. Y no se aplicará con carácter retroactivo, de forma que aquellos expedientes que se resolvieran antes del 26 de junio se guiarán por la ley anterior hasta que se pida la renovación.

Según datos facilitados por la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales, son 5.364 los beneficiarios a día de hoy, una cifra que Podemos pretende incrementar hasta los 25.000 tras las mejoras introducidas. Actualmente no hay listas de espera y la cantidad consignada para este fin en 2019 es de 47,3 millones de euros.