Los fallecimientos han vuelto a ser más numerosos que los nacimientos por sexto año consecutivo. Desde 1996, cuando la comunidad registró un crecimiento vegetativo positivo de 53 habitantes, las cifras negativas han sido constantes. Con ello la región se sitúa entre las nueve comunidades cuyas defunciones superaron a los partos durante el pasado año, al contrario de lo que ocurrió a nivel nacional, en donde el crecimiento (cifrado en 49.980 habitantes) ha superado al del año anterior.

Según el avance del informe Movimiento Natural de la Población difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que sostiene que el crecimiento vegetativo extremeño fue "de escasa entidad", Extremadura tuvo 9.724 nacimientos y 10.148 fallecimientos, lo que supone un crecimiento vegetativo de -424. Estos datos rompen la tendencia de reducción que se había iniciado en los últimos años y que supuso que en el 2001 la cifra negativa llegara tan sólo a 98, gracias a que la provincia pacense había conseguido un crecimiento de 380 (en Cáceres fue de -478). Así, aunque las cifras cacereñas se redujeron en el 2002 (-337), el crecimiento de la provincia de Badajoz volvió a ser negativo (-87).

MADRES EXTRANJERAS

En cuanto al número de nacimientos, también al contrario de lo que ha sucedido a nivel nacional, se ha producido un descenso, pasando de los 9.838 del año 2001 a los 9.724 del 2002.

Sobre la subida experimentada a nivel nacional, el INE destaca que se ha debido casi en su totalidad al aumento de la fertilidad de las madres extranjeras. En el 2002 se registraron 43.469 nacidos de madres extranjeras, un 31,4% más que los del año anterior, circunstancia que también se ha repetido en Extremadura, en donde 323 nacimientos fueron de madres extranjeras, un 26% más que en el 2001.

No obstante, el porcentaje de este tipo de nacimientos sobre el total ha sido del 0,74 en la región, casi dos puntos porcentuales menos que el año anterior, mientras que en España se ha producido una subida de más de dos puntos. Todo ello ha producido un crecimiento de la tasa española de fecundidad.