Menos fumadores, pero más adictos. Menos ventas de cigarrillos, pero más caros. Son las conclusiones de un estudio del Organismo Autónomo Comisionado para el Mercado de Tabacos, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, del que se hace eco la Junta de Extremadura.

El número de fumadores ha disminuido en los últimos años en la región, pero ha aumentado la adicción de los que todavía tienen este hábito, así como el precio medio de cajetilla, que ha sufrido un incremento del 458% en los últimos veinte años. Durante este periodo, el número de cajetillas consumidas ha descendido solo un 7% en la región.

El informe refleja que en Extremadura se está produciendo una reducción de las ventas de tabaco, aunque con un incremento significativo de los ingresos por las mismas. Según el Gobierno regional, en las dos últimas décadas el consumo del tabaco ha decrecido en Extremadura en cifras globales, con una ligera tendencia descendente, aunque la población española ha crecido de un modo sostenido. También se ha incrementado el gasto, por la subida constante del precio y de su fiscalidad.

Por todo, a pesar de haber menos fumadores y de haber disminuido ligeramente la venta de cigarrillos, los ingresos obtenidos por el consumo del tabaco se han incrementado "ostensiblemente".

A partir de los datos de prevalencia de fumadores, y conociendo las poblaciones mayores de 14 años con proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas de los censos del 1981, 1991 y 2001, la Junta estima que el consumo medio de cigarrillos de las personas fumadoras ha aumentado en la región de 19 a 22 cigarrillos por día, mientras que en el mismo periodo, el conjunto del país pasó de 17 a 22. Fue a partir del 2001 cuando se produjo una convergencia en el consumo de ambas poblaciones, que había sido superior en Extremadura, señala la nota, que precisa que en ambas poblaciones se ha pasado a destinar de 0,5 a 3 euros al día para sufragar el gasto de este hábito. No obstante, la Junta precisa que en la última Encuesta de Salud realizada en Extremadura en 2005, los resultados con respecto al número de cigarrillos diarios declarados por los fumadores, difieren con los obtenidos del CNMT.

Mientras que de los datos del Comisionado se desprende un consumo medio de 22,1 durante el 2005, los entrevistados en la encuesta declaran un consumo de 16,43 cigarrillos día. Sin embargo, los datos de la Encuesta del 2001 señalan un consumo de 19,41 cigarros al día, coincidentes con bastante precisión con los 20,07 que realmente se consumieron, teniendo en cuenta la prevalencia del consumo que arrojaron las propias encuestas.

De esta forma, "la disminución de fumadores se ha visto compensada de cara a la industria con un incremento de la adicción", y en ese sentido, recuerda el Gobierno regional que "se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que la industria tabaquera haya introducido elementos que, en la composición del cigarrillo, pudiera incrementar la adicción; pero no es menos cierto que también pudiera deberse a que son las personas más adictas quienes tienen mayor dificultad para su abandono".

En cualquier caso, a finales de los 90 se produce en la región "el cruce entre ambas tendencias, que confirma el anuncio de las empresas tabaquera de que a pesar de la entrada en vigor de la ley de 2005, sus ingresos no se han visto mermados, en cuanto a la venta en expendedurías". Con estos datos la Junta deduce que "un fumador en el año 2006, se había fumado en los 15 años anteriores un promedio de 95.886 cigarrillos".