Es la mediana de tres hermanas. Nació muy lejos de Extremadura, en Bad Oexnhausen, Alemania, en 1974 y, aunque se crió y creció en Valle de la Serena, ahora vive en Badajoz "temporalmente" porque su intención, a medio plazo, es establecerse en su pueblo y hacerse una casa. Ella es Marisol Mateos Nogales, diputada regional del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Extremadura, y exalcaldesa de Valle de la Serena (2003-2007).

Le encanta pasear y recorrer kilómetros y kilómetros para disfrutar del entorno rural de su comarca, La Serena y mucho mejor si es en buena compañía, asegura que nunca aprendió a nadar y es muy celosa del orden y comprometida; tanto es así, que sus amigos le dicen que "está hecha para trabajar para los demás".

Con la experiencia al frente de la política que "tanto absorbe" ha aprendido lo que no debe hacer: "no dedicarme solo a mi trabajo y descuidar otras facetas de mi vida, no quiere decir que no le de importancia a la familia y los amigos, pero sí que se entra en una dinámica que puede ser perniciosa". Aprendió la importancia de no perder a los de su alrededor debido a un intenso ritmo de trabajo y dedicación, un hecho que "ha retrasado" sus espectativas de construir una familia. "No me gustaría perderme la maternidad ni la circunstancia de crear una familia, pero por ciertos motivos de la vida los planes se retrasan", reconoce. Dice de sí misma que es tímida y decidida ya que cuando toma una opción "la llevo siempre a efecto" comenta, aunque sabe retirarse cuando corresponde.

En este momento lo que le toca a Marisol Mateos es dedicarse al Parlamento como diputada y presidenta de la Comisión de Fomento y Vivienda, no obstante afirma que nunca se planteó "entrar en la Asamblea, hasta que el partido me lo propuso. Fue una oportunidad y un cambio muy importante". Desde los 28 años está dedicada a la política y ve que los jóvenes tienen otro modo de operar: "con serenidad y bajo la inquietud de investigar, eso los ciudadanos lo están comprendiendo".