Nació en Madrid, pero con once años empezó a conocer de primera los orígenes de su familia cuando se trasladó a Extremadura. Ayer, impresionado por la grandeza del teatro romano --"me siento empequeñecido", reconoció--, recibió la Medalla de Extremadura de manos del coordinador de IU, Pedro Escobar. Pedraja, recordó como entre bombas y poco pan, en Madrid, comenzó su vocación por la pintura, que después continuaría en Badajoz, ciudad que elogió en su discurso, como hizo con el resto de la región e ilustres extremeños: Luis de Morales, Zurbarán, Orellana, Pizarro, Francisco de Serra, demostrando la grandeza de Extremadura, "crisol de culturas". Agradeció el galardón a la Económica de Badajoz, a la Uex, la Universidad de Mayores, "que convierte los otoños en jubilosas primaveras", a alumnos de distintas épocas, y "a todos los que no caben en el papel pero sí en el pensamiento y el corazón".