La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) y la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-UCE) promoverán una campaña informativa para denunciar el fuerte incremento que sufren los productos alimentarios en la cadena que va desde el productor al consumidor final.

Ambas organizaciones han creado en Extremadura un observatorio de precios que reflejará periódicamente las diferencias entre lo que los agricultores y ganaderos obtienen y el precio de venta final en las tiendas, que en ocasiones, aseguran ambos colectivos, se multiplica por cinco o por seis.

En este sentido solicitan a la Administración que elabore una legislación de doble etiquetado, como la ya existente en Francia, por la que el consumidor, al comprar un producto, además de conocer su precio puede informarse de lo que recibió el productor en origen.

Según el secretario regional de UPA-UCE, Lorenzo Ramos, esta medida de doble etiquetado debería servir para sensibilizar a los compradores sobre la existencia de unos intermediarios que "se están forrando a costa de los ciudadanos y los agricultores sin que la Administración haga nada".

PRIMEROS DATOS

Los primeros datos tomados en Badajoz, Cáceres y Mérida por el observatorio de precios creado a raíz de esta iniciativa muestran que, la pasada semana, cultivos como el tomate o la patata, tenían incrementado por cuatro o por cinco sus precios entre el campo y el supermercado, según informa Efe.

El secretario regional de UCE, Javier Rubio, explicó que su organización busca en esta campaña poner límite al incremento de precios de los alimentos e influir en el mercado concienciando a los consumidores de los márgenes con los que están trabajando actualmente las grandes superficies.