En Extremadura el cuidado de los hijos menores de edad continúa siendo una responsabilidad propia de las mujeres. Esa es una de las conclusiones que se pueden extraer del estudio sobre conciliación de la vida familiar y laboral que ha realizado el Instituto Nacional de Estadística (INE), que señala que únicamente 13 de cada 100 madres con trabajo remunerado delegan o pueden delegar estas funciones en el marido (un 87% no puede). En contrapartida, más de la mitad de los padres de la región con empleo siguen confiando la atención de sus hijos a su esposa.

El modelo de atención más frecuente entre los hogares extremeños sigue siendo el familiar. Algo menos de la mitad (40%) de los padres y madres con trabajo confían el cuidado de sus hijos menores de 14 años a su cónyuge, mientras que la opción de dejarles con otra persona del entorno familiar es el recurso elegido por el 18%.

Además, destaca que uno de cada tres hogares no utiliza ningún tipo de asistencia y únicamente 13 de cada 100 recurren a la contratación de servicios especializados, ya sean niñeras, guarderías o centros de actividades extraescolares.

DELEGAN EN ELLAS La situación cambia en función de qué progenitor o tutor trabaje. Cuando lo hace él, en el 56% de los casos la atención de los niños la asumen las esposas. Se trata de una de las tasas más altas del país, únicamente superada por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (61% y 65%, respectivamente).

Sin embargo, la mujer no tiene la misma suerte y solo puede contar con la ayuda del esposo para quedarse a cargo de los niños pequeños en uno de cada diez casos. Por eso, muchas veces se ven obligadas a recurrir a sus familiares (28%), aunque en la mayoría de las ocasiones no utilizan asistencia, bien porque disponen de horarios compatibles, porque pueden trabajar en casa, porque llevan al niño a su lugar de trabajo o bien porque los chicos cuidan de sí mismos.

No obstante, el cuidado de los hijos pequeños no es la única preocupación que tienen los extremeños a la hora de conciliar vida laboral y familiar. En la región hay 81.000 personas de entre 16 y 64 años que se hacen cargo regularmente de la atención a personas dependientes. Según el estudio del INE, supone un 12% de este segmento de población, la cuarta cifra más elevada del país por detrás de Galicia (13,20%), Navarra (12,51%) y Asturias (12,09%).

De los 173.600 trabajadores encuestado en la comunidad autónoma, más del 80% afirma que no desea cambiar la organización de su vida; solo uno de cada diez (9,87%, la cifra más baja de España) quiere trabajar menos para aumentar el tiempo de atención a sus hijos o familiares dependientes; y a tres de cada 100 les gustaría trabajar más y poder reducir la atención a otras personas del hogar.

Además, el 60% de los trabajadores extremeñoss reconocen que "generalmente" les es posible modificar el inicio o la finalización de la jornada laboral por razones familiares en al menos una hora. Se trata del grado de flexibilidad más alto del país, donde la media de los que admiten disfrutar de esta ventaja está ocho puntos (52,47%) por debajo de los extremeños. Además, se trata de una situación más común entre aquellos que trabajan por cuenta propia (el 84% afirma que sí), que los ocupados por cuenta ajena (el 53% pueden manejar los horarios).