Cultivos como la uva o la aceituna, y otros como el maíz o el tomate, todos ellos de campañas veraniegas, podrían verse afectados por las altas temperaturas soportadas en la región a lo largo de la última semana, según han puesto de manifiesto algunas organizaciones agrarias extremeñas.

Tanto UPA-UCE como APAG coinciden al destacar que no es sólo la ola de calor la peor de las circunstancias vividas por el campo extremeño, si no que a ésta se suma la ola de frío del pasado invierno y la falta de lluvias, lo que ha ocasionado, entre otras cosas, la disminución de la reserva de agua de los pantanos, "aunque sin llegar aún a una situación alarmante".

OLA DE CALOR Las organizaciones temen que la ola de calor que azota España aumente, ya que esto sería muy perjudicial para la producción agrícola y se podrían originar graves pérdidas en la vid, el olivo, en los frutales, en el maíz que está sembrado en regadíos, en el arroz, y en el tomate, informa Europa Press.

El presidente de APAG, Bibiano Serrano, afirmó que "con un exceso de calor persistente, los árboles, en este caso la viña y el olivar, sufren estrés y, en unos casos, hay una merma importante en la uva".

Sin embargo, Serrano también señaló que, en situaciones naturales, el verano es muy necesario, porque si no fuera por el calor, el sol y las temperaturas "no tendríamos los vinos ni los olivos que tenemos".

Además de APAG, otra organización como UPA-UCE mostró también su preocupación por la forma en que el calor y la falta de agua pueden afectar a la producción en la región.

El responsable de Agricultura de este colectivo, José Cruz, dijo que de momento no se han concretado medidas para paliar la sequía y el efecto en el olivar y los viñedos. "Es una catástrofe natural que tenemos ahí y no hay absolutamente nada al respecto", remarcó Cruz.