Los 60.000 olivareros extremeños dispondrán de cinco millones de euros más con cargo al 60% de las ayudas europeas, debido a que se repartirán teniendo en cuenta una campaña más, la de 1999-2000, y sabiendo que desde esa temporada hasta la pasada, el olivar ha recibido en la región 48 millones de euros de subvenciones, en lugar de los 40 millones que han llegado desde la campaña 2000-2001. Son las cuentas que maneja la organización agraria UPA-UCE, que ha realizado el primer estudio tras la reforma, y que además asegura que el sector del tabaco vivirá seis años de estabilidad, hasta que en el 2010 finalicen los acuerdos que entrarán en vigor en el año 2006.

Sin embargo, las opiniones a este respecto son diferentes y hay otras organizaciones agrarias que critican los acuerdos alcanzados. Así, para Ignacio Huertas, la reforma para los olivareros "es mejor que la anterior para Extremadura, aunque no se cumplen nuestras pretensiones", mientras que el sector del tabaco "tendrá seis años de estabilidad, pero no vamos a renunciar a seguir batallando".

Las expectativas no son tan halagüeñas para el presidente de Asaja-Extremadura, Angel García Blanco, que ayer anunció a este periódico que su organización se saldrá de la Mesa del Tabaco si ésta no rechaza la reforma, que considera un "fracaso" y "la muerte" de este cultivo en la región. Es más, advierte que la clase Burley (tabaco negro), desaparecerá en el año 2006, ya que las tabaqueras ya han mostrado su intención de no comprarlo.

A su juicio, "hay 18.000 extremeños que están condenados a marcharse" y acusa a UPA-UCE de desarrollar el "aplauso político". Por ello, declaró que Asaja-Extremadura "va a salir a la calle" para defender a los productores, para lo que iniciará conversaciones la próxima semana con los agentes sociales.

Las expectativas para el sector olivarero tampoco son muy buenas en su opinión, ya que "habrá una lucha sin cuartel en España, que también supondrá el abandono del cultivo".

Desde la organización Coag-Extremadura el futuro para estos sectores tampoco es esperanzador, aunque su secretario general, Luis Cortés, destacó la estabilidad que habrá en el tabaco hasta el 2010, aunque "esto no quita que se lo hayan cargado".

Lo peor, insistió es el aceite, porque "hacían falta 120 millones y solo se han conseguido veinte". Ahora, se preguntó "a quién le quitamos los otros cien millones".

En este sentido, criticó la reacción de las demás organizaciones, ya que "UPA se está comportando de manera rastrera y Asaja parece que ya no se acuerda de que la reforma de Cañete era todavía peor para Extremadura".

Al margen de la valoración de los responsables de las organizaciones agrarias, también se ha pronunciado a este respecto el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ayer indicó que los cambios en la OCM del olivar han mejorado la situación y que los 20 millones de euros adicionales "solucionan el problema que se le podía plantear a Extremadura". Ibarra achacó la situación a la mala negociación realizada en 1998 por Loyola de Palacio, que no logró que se reconociera a España una producción superior a las 760.000 toneladas, y calificó de "inaudito" que la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, haya logrado los fondos adicionales "sin desdecirse".

En cuanto al tabaco, el presidente extremeño afirmó que "se ha salvado", y añadió que "de aquí al 2010 se abre un periodo para ver qué se puede hacer".