El boom de los smartphones (teléfonos inteligentes) ha llegado a Extremadura. En cuestión de un año, los iPhone, Samsum Galaxy, HTC y similares han pasado de ser unos grandes desconocidos para las familias de la región a colarse en miles de casas... y bolsillos. Porque la conectividad de estos telefonos, que son a la vez miniordenadores, permite estar enganchado a internet y las redes sociales prácticamente en cualquier punto y momento a un precio razonable. Y todo ello gracias a la batalla comercial entre operadoras, que posibita que regalen terminales de última generación por el simple hecho de cambiar de compañía. "Hace un año no vendía más de 15 smartphones al mes... en julio pasado he vendido más de 150", asegura una de las principales tiendas de Badajoz. Esta parece ser la tendencia: las ventas se han multiplicado en lo que va de 2011.

Según un estudio de la consultora Nielsen sobre hábitos de consumo, España es el segundo país del mundo con mayor aceptación de los smartphones en la franja de edad de los 15 a los 24 años, con un 38%, por delante de países como Alemania (28%) o EEUU (33%) y solo superado por Italia, donde un 47% de los terminales de los usuarios de esas edades son teléfonos inteligentes. Más datos: el 80% de los jóvenes entre 15 y 35 años acceden cada día a una red social como mínimo. Esa cuota aumenta hasta el 93% en la franja de edad entre los 15 y los 18.

La razón de esta moda se encuentra en dos factores. Por un lado en la "obsesión por lo último, que forma parte de la propia naturaleza humana", explica Artemio Baigorri, doctor en Sociología y profesor de la Universidad de Extremadura. Por otro lado, los precios cada vez más asequibles de estos terminales, que se pueden adquirir incluso de forma gratuita a través de la portabilidad y los programas de puntos de los operadores. Las ofertas de teléfonos de última generación son variadas, aunque todas tienen en común que obligan al usuario a contratar un tarifa para navegar por internet desde su teléfono.

"Ahora la gente de ha dado cuenta de los que significan estos teléfonos", explica Beatriz Cordero, encargada de una tienda de telefonía móvil de Cáceres que el mes pasado vendió aproximadamente unos 200 smartphones . Esta encargada asegura que costó mucho introducir este nuevo tipo de tarifa, "pero los que lo compran ya saben que es necesario y muy cómodo". Y es que los teléfonos normales están siendo desplazado a una velocidad de vértigo.

"Las compañías llevan en su catálogo solo un teléfono normal, los demás ya son smartphones ", afirma Noelia Jiménez, que trabaja en otro punto de venta cacereño, y añade que "desde enero hasta julio, la venta de teléfonos inteligentes aumentó un 30% aproximadamente".

La normalización de su uso para conectarse a internet en cualquier momento tiene factores positivos como acceder a las noticias y todo tipo de información sin necesidad de estar en casa o comunicarse con los amigos no solo a través del teléfono, sino del correo electrónico y las redes sociales con solo sacar el terminal del bolsillo.

En el plano negativo, está la dependencia, en algunos casos excesiva de las nuevas tecnologías, que en los casos más extremos derivan en adicción.

Lo cierto es que la combinación entre smartphones y redes sociales está comenzando a transformar las relaciones interpersonales. Para el sociólogo Artemio Baigorri, estos aparatos solo suponen un pequeño paso adelanto si se compara con el verdadero cam-