El pleno de la Asamblea ha dado luz verde hoy para que la Ley de Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas por Menores siga su tramite, en el que la oposición espera incorporar mejoras que la conviertan en una herramienta eficaz para solucionar un problema que se ha agravado en la región y no se ha resuelto con normativas anteriores.

El proyecto de ley pretende evitar el consumo por parte de los menores, una practica cuyo inicio se ha adelantado a los 12 y 13 años, que pone su foco en la prevención desde el punto de vista social, sanitario, educativo y familiar.

La consejera de Cultura e Igualdad, Leire Iglesias, ha dicho que esta ley es fruto de un recorrido largo iniciado por la Junta ya hace 15 años, cuando la región fue pionera en su manera de abordar el fenómeno del botellón con la Ley de Convivencia y Ocio.

Sin embargo, actualmente el consumo se produce a edad más temprana y sus consecuencias son mayores, por la falta de madurez biológica, además de que el problema no está basado solo en compatibilizar la convivencia y el ocio.

La consejera ha señalado que puesto que se ha mostrado ineficaz el factor sancionador, hay que apostar por el preventivo, la educación y la sensibilización y adaptarse a nuevas realidades, además de reforzar la corresponsabilidad de la administraciones públicas.

Entre las novedades que incluye la norma ha destacado la ampliación de horarios en los que se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas, se regula el acceso de menores a actividades en directo donde se vendan estas bebidas y se sustituyen sanciones monetarias por trabajos en beneficio de la comunidad.

El objetivo es que la ley sirva para fomentar un ocio de calidad para los jóvenes y que las zonas dedicadas al botellón no se conviertan en zonas marginales, sin contenido, sino que sean alternativas al consumo de alcohol.

Sin embargo, para la oposición la ley, además de que llega tarde, pone de manifiesto el fracaso de anteriores normativas regionales que han pretendido atajar el problema, por lo que esperan que ese objetivo de pueda lograr con las enmiendas parciales.

Así, el portavoz del PP, Luis Francisco Sánchez, la ha calificado de "ley de generalidades, sin soluciones ni compromisos concretos" y ha añadido que "algo se estará haciendo mal" cuando las cifras de consumo de alcohol en jóvenes "son inasumibles", además de que se suma al consumo de tabaco, cannabis y cocaína.

Para el PP, la óptica con la que se aborda el problema en la ley no es la más adecuada, echa en falta más prevención y critica que "todo se fía a la sanción, con un fuerte afán recaudatorio", porque 35 de 49 artículos son referentes a sanciones y sanciones.

La diputada de Podemos, Jara Romero, también se ha mostrado crítica con esta ley, ya que entiende que el problema del consumo de alcohol no es solo un problema de los jóvenes, y ha abogado por una Ley de Juventud, en la que se aborden también otras cuestiones, como el desempleo, que es una de las causas de ese consumo.

Romero ha echado en falta una visión integral de la ley, no se refleja como se ayudará a los colectivos que trabajan con los jóvenes para prevenir este consumo más allá de las que ya se hacen y lamenta la ausencia de perspectiva de genero.

En cuanto a Ciudadanos, su portavoz, María Victoria Domínguez, ha criticado que se ha tardado mucho en llevar a la Cámara la ley, pese a la preocupación expresada por el presidente de la Junta y ha coincidido en que la solución no es fácil, como pone de manifiesto que es la tercera que llega al Parlamento.

Tanto el diputado socialista Felipe Redondo, como la consejera, en su turno de cierre, han incidido en que la ley aborda el consumo del alcohol en jóvenes de 13 y 14 años, que no están acuciados por problemas laborales, como ha señalado Podemos, por lo que han advertido del error de circunscribir este problema a una determinada situación socioeconómica.