Continúa la guerra política por las vacunas. Los grupos de la oposición han exigido al presidente, Guillermo Fernández Vara, la “lista” de cargos socialistas que en Extremadura se han vacunado antes de tiempo, después de la polémica surgida en torno a una modificación de las instrucciones internas del Servicio Extremeño de Salud (SES) permita equiparar en el orden de vacunación a los sanitarios en primera línea con los gestores de la pandemia.

En la ponencia del 18 de enero, en uno de los apartados se elimina la coletilla ‘en función de su riesgo de exposición al virus’ al referirse al “personal de Salud Pública encargado de la gestión directa de la pandemia”, una modificación que según la oposición se ha hecho para tapar la vacunación anticipada de alcaldes y concejales socialistas. Tanto el PP como Unidas por Extremadura han exigido en el pleno de este jueves una lista con los nombres de estas personas, y el líder popular, José Antonio Monago, ha pedido incluso una comisión de investigación al respecto.

En respuesta, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha negado que este cambio se haya traducido en una modificación de los protocolos y ha insistido en que ese epígrafe concreto se eliminó porque ya estaba recogido anteriormente. “Ningún alto cargo de la Junta se ha vacunado, ni lo hará antes de que le toque”, ha asegurado.

“Alto cargo es de director general para arriba, de directores para abajo no”, le ha recordado Monago, que se ha preguntado qué ocurre con el personal directivo, el de libre designación y el personal de confianza. “Porque haberlos, hay los y son muchos”, ha asegurado. Para Monago está claro que se han cambiado los protocolos para dar cobertura a la vacunación irregular del personal directivo y por ello ha pedido una comisión de investigación y el cese del consejero de Sanidad, José María Vergeles. “Mientras usted pedía prudencia, muchos cargos socialistas se dieron mucha prisa. Prudencia para los sanitarios y los mayores, pero no para los alcaldes y concejales. Prudencia para todo el mundo, menos los que tienen pase de callejón”, le ha dicho a Fernández Vara.

En la misma línea se ha expresado la presidenta de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, que acusa la Junta de querer “tapar la misera moral de aquellos que deciden saltarse la cola”. “Es corrupción y de la peor calaña. Es deleznable y muy grave, exigimos responsabilidades porque están en juego vidas humanas, esto supone poner en peligro las vidas de los más vulnerables y los que están en primera línea”, ha dicho De Miguel, que ha criticado la vacunación antes de tiempo de la exconcejala placentina Soraya Cobos o el alcalde de Valverde del Fresno, de 26 años.

“No le reconozco autoridad para juzgar a los alcaldes”, le ha respondido Fernández Vara, que ha reprochado a De Miguel que mientras ella “estaba en su acomodada vida política de Twitter, ellos (los alcaldes) estaban repartiendo bombonas de butano, llevando comidas y ayudando a acostar a los ancianos en las residencias”. “Es indecente, desde su posición privilegiada de 3.000 euros al mes, hablar de la gente que no cobra un duro trabajando por sus ciudadanos”, le ha espetado.

El presidente ha asegurado que quien decide quién se vacuna es el Consejo Interterritorial de Salud, y en cualquier caso ha señalado que “los directivos del SES no son directores del Ibex”, sino profesionales sanitarios que durante un tiempo de su vida han decidido trabajar por los demás en el espacio público. Ha puesto como ejemplo el caso de una directora médica que se contagió de covid en una suplencia durante una jornada de vacunación y que ahora está ingresada en la UCI de un hospital intentando curarse. “¿A los que están desde por la mañana hasta por las noches recorriendo los hospitales les decimos que son unos privilegiados? A gente como esa no los voy a dejar tirados. La demagogia puede llegar hasta donde quiera, pero no puede con las conciencias”, ha zanjado Fernández Vara.

Finalmente, el jefe del Ejecutivo ha reiterado que su intención nunca fue poner en duda la seguridad de la vacuna y ha asegurado que gracias a esa “prudencia” que aplicó la Junta en los primeros días de campaña la región podrá seguir vacunando en las próximas dos semanas pese a que Pfizer “ha cambiado las reglas del juego a mitad de camino” y se están produciendo problemas de distribución en toda Europa. Según ha dicho, en la región ya hay vacunadas 37.000 personas y la semana que viene se podrán poner otras 17.000 segundas dosis y terminar al personal sanitario.