Con la quema de la sardina en las orillas del río Guadiana, junto al puente Romano, Mérida puso fin a cinco intensos días de Carnaval que tuvieron como colofón una apretada agenda de actividades ayer, fiesta local en la ciudad, que estuvo acompañada un tiempo muy agradable y que favoreció la presencia de numerosas personas en los actos.

Cerca de 400 personas había concentradas ya a las doce del mediodía en el parque López de Ayala esperando el reparto de las sardinas con migas y vino, patrocinada por varias marcas comerciales.

Entre los asistentes destacaba la presencia de casi todos los concejales del PSOE y del vicepresidente de la Junta de Extremadura, Ignacio Sánchez Amor.

La afluencia de público no paró hasta pasadas las dos de la tarde, cuando se inició el cortejo fúnebre, que hizo una parada en la plaza de España para comer.

Como en el parque López de Ayala, se volvieron a formar largas colas para recoger las raciones, esta vez de caldereta. A pesar del numeroso público, hubo comida para todo el que quiso.

El portavoz del grupo socialista, Angel Calle, pidió un reconocimiento público para Andrés Madrigal y Luis Valiente, directivos de la Asociación Carnaval Romano y que se han desvivido durante estos días para que todo funcionara.

También propuso que el Martes de Carnaval sea festivo en lo sucesivo, alargando la feria de septiembre hasta el día 8, fiesta regional, para no gastar un día de fiesta local.