El poder antioxidante del tomate es de sobra conocido. La razón está en el licopeno, un componente vegetal abundante en este producto que previene el envejecimiento, aumenta las defensas, combate la infertilidad masculina y embellece la piel, pero que no es fácil de asimilar por el cuerpo humano, apenas el 5% llega al organismo cuando ingerimos un tomate. La solución la encontró la Universidad de Extremadura, que logró extraer esta beneficiosa sustancia usando como vehículo el aceite y evitando las técnicas agresivas que se venían utilizando. De esta forma, el cuerpo absorbe el 98% del licopeno que ingiere a través de este aceite. La fórmula de extracción patentada por la Uex es la que utiliza actualmente Tomates del Guadiana en su planta de Medellín para fabricar un aceite único, con licopeno. Este producto es de los pocos funcionales extremeños que ya está en las estanterías de los supermercados.

La cooperativa Tomates del Guadiana apostó por la innovación y creó una planta piloto para su fabricación que lleva funcionando desde el 2010. Es la única del mundo que usa el aceite como vehículo para extraer el licopeno. Produce este aceite durante dos semanas al mes, no está al 100% de su capacidad --que son 25.000 litros al día--, pero va colándose poco a poco en los hogares. El objetivo ahora es ampliar la fase de desarrollo comercial y llegar a otros países, donde se valoran más alimentos funcionales como éste, cuenta Eduardo Fernández, jefe de Producción. "El que conoce este aceite repite, el problema está en quien no nos conoce todavía, por eso estamos abriéndonos a mercados como Japón o EEUU, más maduros y con más apetencia". Aquí se puede encontrar en grandes supermercados y se vende también en la propia cooperativa, por unos cuatro euros. Una inversión en salud.