El grupo cooperativo Acorex, en concurso voluntario de acreedores, está intentando "llegar a un convenio" con la cooperativa andaluza Dcoop, según afirmó ayer el presidente de la entidad extremeña, Manuel Ortega. "Vuelvo a pedir la ayuda de todo el mundo para, entre todos, buscar una solución" para Acorex, añadió Ortega durante su comparecencia ante la comisión de investigación sobre las actuaciones de la Junta en la Agrupación de Cooperativas de Regadío de Extremadura (Acorex) y en Caja Rural de Extremadura.

En este prisma, ha recordado las negociaciones que hace dos años ya se iniciaron con Dcoop, pero que finalmente no fructificaron. De hecho, fue preguntado previamente por las negociaciones que Acorex estableció con el grupo cooperativo andaluz Dcoop para una hipotética fusión, a lo que Ortega ha afirmado que "lo que proponía" esta última por aquel entonces era "muy interesante". Sin embargo, tal como apuntó, los dos tercios necesarios en el seno de la Asamblea de Acorex para aprobar esta operación no se alcanzó, pues "algunos socios la aceptaban" y a otros "no les gustaba".

"Podrá haber interpretaciones diversas", pero no irregularidades, manifestó Ortega durante su comparecencia. Ortega llegó a la Presidencia de Acorex en enero de 2015, tras ostentar el cargo de consejero desde 2010.

En términos generales, apuntó que los órganos de dirección "deberían estar más profesionalizados". A su juicio, el gobierno de la anterior legislatura (PP) "hizo todo lo posible para ayudar a Acorex" y nunca entró en injerencias. En este sentido, negó "categóricamente" que hubiera imposiciones en el marco de designación de candidatos.

Por otro lado compareció el expresidente de Acorex José Gregorio Traver, quien afirmó que a él no le nombró "ni la Junta ni ningún político" y que su candidatura surgió ante "imposibilidad" de las grandes cooperativas "de ponerse de acuerdo". Insistió en que mientras que él fue presidente, no le mandó nadie. José Gregorio Traver, que sustituyó en la presidencia a Matías Sánchez y en funciones a Teodoro Caldera, indicó que Acosierra era "la ruina" de Acorex, porque se creó sin unos "cimientos firmes", y que la propuesta de compra de Mafresa se hizo porque era "a buen precio y se podía utilizar la red de distribución". Reconoció que propuso a Juan Luis Aceitón como director general porque quería rodearse "de gente preparada". "Yo entré en Acorex porque quería paz y en vez de eso tuvimos guerra", manifestó Traver, a la par que ha apostillado que a la agrupación "la asfixió la falta de facturación por parte de un grupo de cooperativas, las grandes".

EL ABANDONO DE SAN ISIDRO El expresidente de Acorex Manuel José Rodríguez Corrales aseguró que no sabe si hubo "razones oscuras" en la destitución de su nombramiento, que fue "más breve que el de Juan Pablo I", y justificó la salida del grupo por parte de San Isidro de Miajadas en la "falta de confianza y los retrasos en el cobro". Corrales estuvo en el cargo desde el 5 al 13 de diciembre de 2013. En su opinión, el problema no era que una cooperativa pequeña, como la de Gévora asumiera la presidencia sino la "deriva" que estaba tomando Acorex, con, por ejemplo, la insistencia de la compra de Mafresa.

También compareció ante la comisión el expresidente de Acorex Manuel Pérez Márquez, de la Cooperativa Agrícola San Valeriano Extremeño de Guadiana del Caudillo, que ocupó este cargo entre enero de 2014 y enero de 2015 negó que su nombramiento fuese propuesto por el gobierno regional y mencionó que bajo su presidencia se llamó "a todas las puertas" para buscar una solución.