«El otoño hasta ahora está siendo normal. El tiempo ha permitido trabajar en el campo realizando las labores selvícolas preventivas, y aunque ha habido incendios, han sido relativamente poco importantes y se les ha podido atajar con destreza». Así valoran desde la Consejería de Medio Ambiente y Rural la situación actual de un otoño en el que no ha sido necesario declarar la época de peligro medio de incendio. La situación actual, por tanto, es de peligro bajo lo que permite que todo el personal del Infoex se dedique a las labores de prevención realizando las guardias semanales ante la posibilidad de algún fuego, explican desde la administración regional. En los años en los que sí se declara la época de peligro medio en alguna zona de la región, los efectivos del Infoex de la zona o zonas en que se declare, se dedica solo a labores de extinción, dejando aparcados los trabajos selvícolas.

Durante el periodo de peligro alto de incendios, la región registró hasta el 15 de octubre 653 siniestros, de los que 366 se quedaron en conatos de incendio y 287 fueron declarados como incendios. La cifra global de superficie quemada en el 2016 ha llegado hasta las 6.088 hectáreas; 4.434 de ellas en la provincia de Cáceres y 1.654 en Badajoz, según el balcande de la consejería. Del número total, 707 corresponden a monte arbolado y 5.381 corresponden a monte no arbolado, (2.511 son de matorral, monte bajo y monte abierto, 614 corresponden a dehesas y 2.256 hectáreas son de pastizal y zonas húmedas). Entre los incendios que afectaron a más superficie quemada figuran el declarado el 23 de julio en la zona del río Salor, que calcinó 1.498 hectáreas y el de la Garganta de los Infiernos, originado el 18 de agosto, que quemó 1.093 hectáreas.