Fueron las primeras en dar un paso adelante y denunciar y las primeras en ganar en los juzgados. Pero han tenido que volver a pelear para impedir que sobre ellas sigan cayendo la discriminación salarial por ser mujeres. Son cinco empleadas de limpieza de Eulen que tanto a esta empresa como a Palicrisa le ganaron la partida en los tribunales. Y lo han vuelto a hacer.

Su trabajo, en el hospital Perpetuo Socorro de Badajoz, implica la recogida de residuos sanitarios como jeringuillas, gasas, material quirúrgico..., lo que obliga a que se les abone un plus de toxicidad y peligrosidad. Pero ese complemento extra nunca lo había cobrado ninguna de ellas. Sin embargo, sí lo reciben sus compañeros hombres. ¿La diferencia económica? Hasta un 30% del sueldo, unos 215 euros en cada nómina.

35 años de práctica ilegal

Por ello, la justicia condenó a Palicrisa y Eulen (que absorbió a la primera) por haber estado llevando a cabo esta práctica ilegal durante casi 35 años en algunos casos. La primera sentencia a favor fue en junio de 2019, después el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) la ratificó.

Palicrisa debía dar una indemnización que iba de los 25.000 a los 7.000 euros, dependiendo de la antigüedad de cada afectada. Por parte de Eulen, la cantidad para cada una rondaba los 9.000 euros. La primera empresa se ha declarado en concurso de acreedores y aún está abierta la batalla para que pague lo que debe; la segunda firma sí ha abonado lo que le correspondía a cada mujer.

Pero tras haberse pronunciado la justicia ya con sentencia firme, Eulen contraatacó. Y la estrategia fue retirar a los empleados hombres ese plus de toxicidad y peligrosidad que para ellos ya era un derecho adquirido. De esa manera quisieron eliminar la discriminación salarial por sexo. No obstante, los trabajadores lo denunciaron y también lo ganaron.

Segundo contraataque de Eulen: argumentar que el trabajo que hacen estas mujeres no implica ningún riesgo que justifique que sea necesario cobrar ese plus, de manera que no hay que abonarlo. «Nunca habíamos entrado a valorar la definición de ese complemento extra en el sueldo y si estaba probado o no, solo que existía discriminación salarial porque ellas no lo cobraban y ellos sí haciendo las mujeres una labor incluso más peligrosa a veces. Pero en cuanto hemos hecho el análisis, la justicia nos ha dado la razón. ¿Qué no existe peligrosidad en los hospitales? Y más aún ahora con el covid...», subraya Estrella Santiago, la abogada pacense que ha llevado el caso desde el principio. «Eulen, para quitarse responsabilidad, defendía que había heredado las condiciones laborales de Palicrisa, pero ahora vuelve a saltarse los derechos de estas trabajadoras», apunta igualmente Santiago.

Un primer paso asegurado

La sentencia, emitida el pasado mes de diciembre por el juzgado de lo social número 2 de Badajoz, no es firme y cabe recurso ante el TSJEx, pero la trayectoria de este asunto les hace tener esperanza en que saldrán invictas de nuevo. De momento, la empresa está obligada a pagar ese plus de toxicidad y hacerlo además con carácter retroactivo en el último año.

Por ahora ha habido denuncia de cinco mujeres, las mismas cinco con las que se inició todo el litigio. Pero en los juzgados hay otra veintena de demandas similares a la espera de resolución judicial.