Un ejemplo más de cómo el mercado de trabajo extremeño es una montaña rusa. Otra prueba de que la región crea empleo y lo destruye con facilidad. Sigue reinando la inestabilidad. Aunque también hay espacio para cierto optimismo: el golpe de agosto ha sido algo menos duro que el año pasado. El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social dio a conocer ayer los datos del paro: en Extremadura y aún más a nivel nacional ha aumentado el número de personas que se han quedado sin trabajo. La explicación se repite cada verano: el fin de las campañas agrícolas y el descenso de la actividad turística que repercute directamente en el sector servicios (hostelería y comercio). En ambos casos se ha incrementado el desempleo, aunque también lo ha hecho significativamente en la construcción.

De este modo, en la comunidad hay actualmente 93.379 personas apuntadas en la lista del paro. Son 1.420 más que en el mes de julio (un aumento del 1,54%, siendo el primer mes desde que empezó 2019 en que se registra una subida, al igual que ocurrió en 2018), aunque si se compara la cifra con el agosto anterior, el resultado es positivo: ahora se cuentan 5.268 desempleados menos (-5,34%).

Otra realidad que no cambia es la brecha de género: hay casi el doble de mujeres en busca de empleo (58.364) que hombres (35.015).

Y otra constante: el 97,2% de los contratos fueron temporales.

Más cifras. Extremadura perdió 776 afiliados a la Seguridad Social con respecto a julio, lo que supone una caída del 0,19 %, hasta los 404.669 cotizantes; no obstante, en el último año el resultado es igualmente positivo con 7.363 personas más (+1,85%).

REACCIONES / Desde la Junta dicen que la subida de agosto es un «comportamiento normal que se ha repetido durante los últimos 15 años ya que en muchos sectores se produce una disminución de la actividad». Argumenta que ocurre en la hostelería o el comercio a consecuencia del fin del período vacacional, «además del parón en la construcción y el fin de las campañas agrícolas». No obstante, aseguran que persistirán en políticas que favorezcan la inversión en la comunidad, aunque también se agarran a la necesidad de una «estabilidad política en España», para lo que es necesario que haya Gobierno.

A la urgencia de que haya acuerdo a nivel nacional se refirió también el secretario regional de Formación y Empleo de UGT, Ricardo Salaya: «Se debe evitar el riesgo de que el resultado incierto de unas posibles elecciones pudiera llevar de vuelta a las políticas neoliberales y la pérdida de derechos y bienestar para los trabajadores».

Por su parte, desde CCOO lanzaron: «Los empresarios han de revertir sus beneficios en mejorar la competitividad y dignificar el trabajo de sus plantillas, ya que el 97% de los contratos fueron temporales».

Y desde la Confederación Regional Extremeña (Creex), la patronal, manifestaron: «La región continúa con los mismos problemas estructurales y precisa infraestructuras e inversiones que propicien un cambio de modelo productivo». «En el tejido actual -añadieron- se genera empleo unos meses que no es capaz de mantenerse el resto del año».