Corría el año 2003 cuando una compañía del Cimov de Cáceres, integrada por 80 soldados, un teniente y cinco sargentos, al mando de un capitán, partieron en autobús hacia Galicia, donde durante dos semanas colaboraron en las tareas de limpieza del chapapote. Los soldados extremeños han destacado por su solidaridad y por las labores humanitarias en las que han sido protagonistas a lo largo de la historia reciente.

En este momento, con la crisis del coronavirus también lo han vuelto a demostrar y eso la ciudadanía lo valora. María Luisa Encinas Gutiérrez es cacereña y recuerda cómo los militares han estado en todas las catástrofes naturales, «en todos los momentos difíciles de un país, para mí están siempre en primera línea y chapó por ellos. Un diez. Son otros héroes, como los sanitarios», asevera.

Opina lo mismo José Miguel Churro, de Villamiel, una localidad de la Sierra de Gata. «Están haciendo un grandísimo trabajo y nos sentimos muy orgullosos de ellos. Además, no solo en el covid, sino con tantísimas cosas que han ocurrido en España y siempre han echado una mano. «Espero que mi hijo algún día entre y pertenezca a ese gran cuerpo», admite.

Rafael Isabel Sierra es hijo de militar. No duda en asegurar que «son héroes de esta pandemia que estamos sufriendo. Están en primera línea y están ahí, al quite. Si vuelve a haber otra crisis, estarán los primeros», sentencia el joven.

Y es que durante el confinamiento, la Brigada Extremadura XI estuvo más de cuarenta días realizando patrullas por toda la comunidad autónoma y fue una misión impecable del Ejército de Tierra.

Ahora, ante la que se avecina, el Gobierno ha puesto a disposición de las comunidades autónomas 2.000 efectivos del Ejército para que realicen labores de rastreo para combatir la curva imparable de la Covid-19. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha invitado a las regiones que lo necesiten a tirar de los militares.

«Es una labor fundamental, igual que la de la de los sanitarios, junto con bomberos, personal voluntario...», dice Antonio Blanco, ciudadano cacereño. «Es una labor vital, sobre todo en las residencias de ancianos y en los campamentos que se levantan al lado de los hospitales saturados».

Desinfección de las escuelas

Piensa de igual modo, David Ramos Sánchez, que destaca el trabajo de desinfección de las escuelas coincidiendo con el inicio del curso escolar.

Lourdes Laborda sostiene que desde el primer instante, tanto en el ámbito sanitario, educativo, como en el día a día de la ciudadanía han realizado una tarea encomiable. «Ojalá muchos otros hubieran hecho una mínima parte de lo que ellos están haciendo por todos nosotros», confiesa.

En abril, nada menos que 750 militares estaban listos para salir a recorrer toda España tomando muestras en miles de hogares para el macroestudio que prepara el Ministerio de Sanidad sobre la propagación del coronavirus. La operación, planeada por el Mando de Operaciones, se llama Zendal, en homenaje a la enfermera que acompañó al doctor Balmis en la expedición que llevó la vacuna de la viruela a todas las colonias de Imperio español a principios del siglo XIX. Sin duda, no solo el personal sanitario, también los militares, son unos héroes.