Cruce de acusaciones y ruptura de la «unidad de acción» para luchar por la misma causa. El popular José Antonio Monago llama «cobarde» al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y usa esta acusación de argumento para abandonar el Pacto por el Ferrocarril. Le contesta el portavoz socialista, Valentín García, que su marcha «no tiene ninguna consecuencia» y que lo hace por «intereses electorales». Y Vara, por su parte, califica de «coger el toro por los cuernos» el hecho de que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, vaya a comparecer en el Congreso para explicar las últimas incidencias.

Lo cierto es que las averías del 1 de enero (en la más grave 180 personas se quedaron tiradas tres horas, de noche, sin luz ni calefacción en mitad de la vía) han hecho que la región explote de indignación. El año en que se deben empezar a cumplir los compromisos del tren (la promesa es: podrán circular locomotoras diésel a mayor velocidad por la plataforma del AVE, que ya estará terminada) no ha podido empezar peor.

Y con las elecciones autonómicas cada vez más cerca (el 26 de mayo) la «vergüenza del tren» se convierte en un arma política que puede interesar o perjudicar según quién esté en Moncloa.

Lo cierto es que tras el abandono de Podemos el pasado mes de octubre del Pacto por el Ferrocarril (porque pedía que las plataformas ciudadanas como Milana Bonita estuvieran presentes), ahora lo hace el PP. La alianza política se resquebraja y se quedan solos PSOE y Ciudadanos. No obstante, siguen formando parte del mismo los sindicatos UGT y CCOO y la Creex (la patronal). También firmaron su adhesión las diputaciones provinciales y los ayuntamientos.

«PARAPETO» / «Es una actitud de cobardía de Vara frente a Pedro Sánchez», insistía Monago. Además el presidente del PP extremeño lo acusó de utilizar el citado pacto de «parapeto para no ejercer su liderazgo». «Ya hay menos representación parlamentaria dentro que fuera de él», subrayó. «Y no es eficaz -continuó- porque el 70% de las incidencias se han producido durante la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y únicamente se proponen ahora máquinas viejas con un mecánico de servicio para arreglar las averías».

En este sentido, afirmó que «es una vergüenza esta medida de incorporar un mecánico al personal de todos los trenes entre Extremadura y Madrid». «Eso no se atreve a decirlo en ninguna otra comunidad, desde luego al señor Torra no se atreve a decírselo».

LOS INTERESES / «El Pacto por el Ferrocarril seguirá reinvindicando con una sola de los extremeños un tren digno», replicó Valentín García. «Los populares tienen más interés por las elecciones que por defender conjuntamente las mejoras del servicio ferroviario», agregó.

García dijo que su partido había sido «muy responsable» cuando el PP gobernaba en Madrid a la hora de exigir dignidad para el tren, «y ahora Monago abandona el pacto por intereses partidistas».

«El PP entró a regañadientes en el pacto y ha salido por la puerta de atrás», dijo. «No fue prácticamente nadie del partido a manifestarse a Madrid cuando gobernaba Rajoy», apostilló. No currió lo mismo el pasado 17 de noviembre, cuando el propio Monago convocó una protesta en la capital madrileña justo un día antes de la manifestación acordada en Cáceres el 18N por el Pacto por el Ferrocarril.

Y, por su parte, Fernández Vara alabó la reacción del ministro de Fomento de comparecer en el Congreso para hablar de los problemas del tren extremeño, que ya se escuchan a nivel nacional: «Es una salida que pone de manifiesto que es una persona que está enormemente preocupada, porque así me consta», manifestó.

«Quiero pensar que las conclusiones van a ser positivas para que no vuelva a ocurrir un incidente como el registrado el pasado día 1 cerca de Navalmoral de la Mata», agregó.

La realidad es que el servicio ferroviario en la región sigue siendo indigno y deficiente.