Los padres y los niños de Gévora, una pedanía dependiente de Badajoz, están ya acostumbrados a manifestarse, aunque les pese. Ayer volvieron a echarse a la calle coincidiendo con el inicio del curso. Habían quedado a las 9.30 horas para realizar un recorrido que ya es "habitual" en sus protestas, que inician en la plaza del ayuntamiento y terminan en el colegio De Gabriel. La lluvia, que se hizo intensa en ese momento, no los desmotivó.

Padres y alumnos reclaman la construcción de un nuevo colegio, como solución definitiva a los problemas de espacio que sufre el actual desde hace años. El centro empezó con una sola línea de primero a octavo, pero ya tienen dos. Como abrió el instituto, se solventó la situación porque a partir de sexto se van. Este curso no quedaban más espacios para reutilizarlos como clases, pues ya se ocupó el aula de Informática, la de Música y la biblioteca, que se usaban para desdobles, apoyos, actividades extras y ya no existen porque todas son aulas.

La ampa lleva años pidiendo una solución porque además se utilizan las antiguas aulas, separadas por una carretera del edificio principal, con el riesgo que supone para los alumnos. Para este curso, la Consejería de Educación ha habilitado un nuevo aula ocupando parte del porche y de un almacén. Pero de seguir en estas instalaciones, para el próximo curso volverían a necesitar más espacio. La Junta opta por la ampliación del actual centro, pero el Ayuntamiento de Badajoz ha propuesto que se haga un colegio nuevo, en unos terrenos junto al instituto, pues para ampliar al actual tiene que ceder una calle, habilitar otra salida y desviar conducciones.

Los padres también quieren estrenar otro edificio. Están a la espera de la aprobación del Plan de Infraestructuras Educativas, pero no saben en qué se va a concretar. Por eso no van a dejar de manifestarse, "para que no nos olviden", recalcaba ayer Ana Belén Anselmo, en nombre de la ampa.