--¿Ha calado en la sociedad portuguesa el debate "AVE sí, AVE no", o es más una cuestión meramente política dentro del periodo preelectoral ?--Es una cuestión que está a la orden del día, pero en el marco político y dentro este momento electoral y de crisis en el que nos encontramos. Aunque también hay algunos sectores de la sociedad que sí discuten si es oportuno o no realizar estas inversiones.

--Para el país, ¿el AVE es estratégicamente prioritario?--Sí. El Gobierno portugués continúa firmemente empeñado en concretar esos proyectos, que son fundamentales, no solo para las relaciones transfronterizas, sino también y principalmente para las relaciones económicas entre los dos países y entre Portugal y Europa. Es un medio que reducirá mucho las emisiones de dióxido de carbono y es un proyecto de futuro, que nos enmarca en la red transeuropea de alta velocidad. Para un país geográficamente periférico, como el nuestro, no integrarse en esa red supondrá pagar un elevado coste para nuestras exportaciones de bienes y servicios y para la movilidad de personas.

--Precisamente se pone en duda esa rentabilidad del proyecto.--Esta vía de alta velocidad va a tener seguramente un impacto positivo y un beneficio económico para el país, porque reducirá significativamente los costes de transporte. Por ejemplo, beneficiará al Alentejo central, donde van a confluir los intereses de las familias y las empresas. Con el AVE, el país que tenemos hoy será muy diferente al que tendremos en unos años gracias a estas redes de comunicación ibérica y su explotación.

--Economistas y excargos públicos defienden que no será así.--Es un grupo de economistas que necesita ver más estudios. El Ministerio de Desarrollo Público, Transportes y Telecomunicaciones tiene información sobre esto. Hay voces e informes que avalan la viabilidad económica y financiera del proyecto. Son públicos y están disponibles en internet.Se trata de un asunto ampliamente debatido en Portugal durante años. Fueron gobiernos anteriores, liderados por el Partido Social Demócrata, los que suscribieron con España un acuerdo para enlazar ambos países a través de la alta velocidad. Entonces no estaban previstos dos trazados, sino cuatro. El actual Gobierno entendió que aquello no era realista, consideramos prioritarios los enlaces Lisboa-Madrid y Oporto-Vigo dentro del calendario previsto y dejar para otro momento las conexiones entre Aveiro y Salamanca y Faro con Sevilla. Y eso es lo que vamos a hacer.