El paro hubiera descendido en torno al 12% en Extremadura durante el primer semestre del año de haberse cubierto todos los puestos ofertados por el servicio regional de empleo. No todos los extremeños parados a quienes el Sexpe, el equivalente regional del Inem, les ha ofrecido un trabajo lo han aceptado. De hecho, una media de 7.474 personas en esta situación no han querido ocupar cada mes el puesto que se les estaba ofreciendo, según los datos hechos publicados por el Inem.

De estos puestos ofertados más de la mitad pertenecen al sector agrícola, seguido muy de lejos de la construcción y la hostelería. Además, la mayor parte de los trabajos rechazados se caracterizan por la estacionalidad o la corta duración de los contratos.

MAS OFERTAS

Por meses, febrero y abril son las fechas donde se disparan las cifras de rechazos, coincidiendo con los periodos vacacionales de carnavales y Semana Santa. Unos meses que suben como la espuma las ofertas en el sector hostelero. Así, si la media en un mes normal de rechazo de puestos de trabajo ronda los 6.500, en ese periodo superó los 9.300, más de 1.800 que la media durante el primer semestre del año. Así, si en enero del 2003 en el capítulo que engloba las ofertas laborales de trabajadores de restauración, personales, protección y vendedores de comercio sólo hubo 211 ofertas rechazadas, en febrero estos puestos que quedaron desiertos aumentaron hasta alcanzar los 1.601, una notable diferencia.

Los representantes sindicales son cautelosos a la hora de interpretar estas cifras, que a primera vista pueden parecer escandalosas. Así, aseguran que no se puede hacer el análisis simplista que lleva a decir que muchos parados prefieren cobrar una prestación antes que trabajar. La argumentación de esta postura pasa por un análisis de los puestos que se ofertan y de sus condiciones. Por ejemplo, si a un parado le ofrecen trabajar en el campo un corto periodo de tiempo cobrando 30 euros por jornada, puede que no le interese el puesto porque vive muy alejado del lugar del trabajo y una parte importante de ese salario se lo tiene que que gastar en el desplazamiento.

Otro aspecto importante, según asegura un economista de UGT, es el de la economía sumergida. Las prestaciones no son muy elevadas y son muchos los parados que se buscan otra fuente de ingresos que no declaran. Un trabajo que no les interesa perder por un contrato de 15 días.

RECHAZO AL CAMPO

De hecho, el sector en el que más puestos de trabajo se rechazan es uno caracterizado por una gran temporalidad, el agrícola. Más de la mitad de los puestos rechazados corresponden a este capítulo. El siguiente bloque en el que menos ofertas se aceptan es en la construcción --un capítulo que en el cuadro de datos ofrecido por el Inem aparece unido a los artesanos, trabajadores cualificados de industrias manufactureras y minería--. El siguiente área que registra más puestos de este tipo sin cubrir es el referido a los trabajadores no cualificados y a la restauración y vendedores de comercio. Pero en este caso el rechazo de estos puestos aumenta a medida que lo hace la oferta, es decir en los periodos vacacionales, tal y como se ha expuesto anteriormente.

En el extremo contrario están los empleos que requieren una formación académica, que tienen un porcentaje de rechazo mínimo. Así, sólo una media de 20 puestos al mes han sido rechazados en puestos destinados a la dirección de empresas y administración pública, lo que supone un 0,2% del total de los empleos que los parados no han aceptado a lo largo de los seis primeros meses del año.

El grupo de los empleados administrativos también registra pocos rechazos, una media de 101 empleos sin aceptar al mes. En el área de técnicos y profesionales de apoyo, con una media mensual de 284 rechazos, se observa un notorio repunte en los meses de marzo y mayo. Así, si en el resto del periodo no se aceptaban de dentro de este sector entre 160 y 170 trabajos, en los meses mencionados esta cifra es de 555, en marzo, y 475 en mayo.

También hay gran rechazo de ofertas entre los trabajadores no cualificados, 867 rechazos al mes, es otro ejemplo de cómo los parados aceptan menos los empleos para los que no se necesita una preparación académica. Hecho que los sindicatos explican porque las condiciones que se ofrecen no son muy halagüeñas.