La titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Plasencia, María José Cuenca, decretó ayer el ingreso provisional en la prisión de Cáceres de la mujer de 28 años que el pasado 24 de diciembre disparó dos veces a su padre, Miguel Rodríguez Fernández, de 54 años, con un rifle de caza de uno de los hermanos, causándole la muerte en la localidad cacereña de Serradilla, según confirmó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.30 horas, cuando ambos estaban solos en la vivienda. Según aseguran algunos vecinos, tras la una acalorada discusión la hija, Blanca Rodríguez, exmilitar profesional, disparó a su padre por la espalda, impactándole en el costado derecho, en el momento que este regresaba a la vivienda después de llevar a su mujer a otra casa para cuidar a una vecina del pueblo.

Las diligencias del caso continúan bajo secreto de sumario y los familiares de la víctima mantienen un gran hermetismo sobre este asunto lo que ha originado un cúmulo de especulaciones sobre lo ocurrido entre los vecinos. Algunas versiones, todas ellas contradictorias, señalan que la presunta parricida acudió personalmente al centro de salud del pueblo para contar lo sucedido, mientras que otros relatos indican que la hija llamó al servicio 112. Incluso, algunos vecinos de la calle San Antonio, donde sucedieron los hechos, manifestaron ayer a este diario que un grupo de niños que se encontraba jugando en la calle vió a la hija fuera de la vivienda cerca de la puerta con el rifle en mano, distintas versiones que se aclararán cuando en el juzgado se levante el secreto de sumario.

DESTROZADOS Tres días después de lo sucedido, las muestras de condolencia hacia la familia siguen expresándose. De hecho, ayer la familia de la víctima recibió el pésame de responsables de la Consejería de Medioambiente de la Junta de Extremadura, dado que la víctima formaba parte del equipo de forestales del plan de lucha contra incendios. "Recibí la llamada del director del Medio Natural para que le diera el pésame a la familia y no era día de ir allí, por eso se lo he comunicado a la familia por carta y les he ofrecido desde el ayuntamiento toda la ayuda que necesiten", explicó ayer tarde el alcalde, Félix Bravo.

Además, EL PERIODICO ha sabido de fuentes cercanas a la familia que Blanca ya cuenta con un abogado para su defensa y que hoy sábado un tío de la presunta parricida se trasladará desde el municipio de Serradilla hasta la prisión de Cáceres para verla y poder conocer los motivos reales que llevaron a Blanca a disparar presuntamente a su padre con un rifle de caza. Además, este diario también ha sabido que la joven, que apenas se relacionaba en el pueblo, estuvo viviendo un tiempo en Badajoz mientras ejercía de militar profesional en la base de Bótoa. Incluso, en la ciudad pacense tuvo un novio con el que después interrumpió su relación.

Ahora, tanto Blanca como su madre y cuatro hermanos se enfrentan a momentos muy dolorosos para aclarar lo sucedido y entre los que siempre tendrán el recuerdo de Miguel. Las trágicas circunstancias de su muerte han destrozado a una familia humilde y trabajadora y ha conmocionado a todo un pueblo de 1.800 habitantes que ha visto truncadas las fiestas navideñas con la muerte inesperada de un vecino que era muy querido por la mayoría del pueblo.