El lunes carnavalero transcurrió entre numerosas actividades, un amplio abanico de posibilidades que abarcaba a todas las edades. Además de las animadas charangas Los magníficos, de Gadalajara y El Cerro, de Navalmoral que llevan amenizando los actos desde el sábado, el barrio de Navarrosa ofreció una degustación de migas y limonada a la que se apuntaron casi un millar de vecinos. Los organizadores del acto señalaron que se habían comprado 250 kilos de pan molido, 80 kilos de panceta y otros tantos de chorizo, 25 de aceite y 3 de ajos. De su elaboración se han encargado una veintena de vecinos. Desde la una y media de ayer hasta las 16:00 horas autoridades y visitantes acabaron más de 500 kilos de migas, acompañados de 300 litros de limonada.

A las 17.00 horas coincidieron tres actos: la actuación de una tonadillera en la residencia de ancianos María Angeles Bujanda, baile de pasodobles y rumbas en el hogar de mayores y un espectáculo de animación para los más pequeños en la caseta municipal que congregó a numerosas familias.

PASACALLES CARNAVALERO

Pero sin duda uno de los actos más esperados por las personas que gustan de vivir intensamente la fiesta grande es el pasacalles carnavalero: un desfile sin inscripciones, sin normas ni competencia.

Se trata del certamen de la parodia, la fiesta y la alegría, sin más. Al mismo concurrieron varias decenas de formaciones además de numerosas personas disfrazadas a título individual que recorrieron las calles Antonio Concha y Urbano González Serrano a partir de las 20.00 horas, al ritmo de la potente música que emanaban de grandes pantallas.

Finalmente, las orquestas Acido y Proserpina llevaron a cabo una verbena en la caseta municipal, amenizando el carnaval nocturno que transcurrió entre casetas, pubs y calles.