El pasado año, más de 3.000 extremeñas recurrieron a una llamada de teléfono ante el temor a ser potenciales víctimas de malos tratos. Una cifra tan significativa como escalofriante. En una región como Extremadura, donde la protección y la prevención de la violencia de género quedará regulada por ley este año, el nuevo proyecto del 112 es un paso más, un acierto, sobre todo cuando la vida se mide en segundos.

*Periodista