Dos semanas de baja (obligatorias) justo después de que nazca el niño y otras seis semanas que se pueden disfrutar durante los primeros doce meses. En total, 8 semanas de baja paternal por el nacimiento de un hijo; que serán 12 a partir del próximo mes de enero y 16 en el horizonte de 2021, y cuyos efectos ya dejan huella en la estadística. La ampliación del permiso de paternidad desde el pasado 1 de abril ha disparado las bajas entre los nuevos padres hasta el punto de que en los primeros meses en vigor se ha dado un vuelco a la estadística que sitúa ahora a los progenitores que disfrutan de una baja paternal por delante de las madres que lo hacen.

Según los datos recopilados por la Seguridad Social, desde que entró en vigor el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, han solicitado la baja por el nacimiento de un hijo un total de 2.912 hombres frente a las 2.579 mujeres que han reclamado la prestación por el nacimiento de un hijo (es la nueva denominación de lo que antes eran permisos de maternidad/paternidad) en la región. Son datos de abril a septiembre, los últimos disponibles.

Esta cifra supone un vuelco en la estadística que se repite a nivel nacional y que tiene distintas lecturas: por un lado el impacto de la nueva ley y de la obligatoria del permiso de paternidad está influyendo al alza en el dato de los padres. Pero por otro, los datos evidencian también ahora que muchas de las mujeres que tienen hijos están fuera del mercado laboral, de ahí ese vuelco en las cifras a partir del mes de abril. De hecho, el giro se produce precisamente a partir del 1 de abril. De enero a marzo se tramitaron en total 2. 713 bajas por el nacimiento de un hijo, de las que 1.463 fueron de las madres y 1.250 las solicitaron los padres.

«Poder disfrutar del día a día de mi hijo en sus primeros meses de vida es algo único y es una suerte que sea posible. Desde que supe que iba a ser padre tuve claro que quería vivir este momento», dice Marcos Macías Santos, que trabaja como mecánico en el taller del cacereño Juan Vadillo y estrenó paternidad el pasado 10 de octubre con el pequeño Luca.

La última regulación impone que las dos primeras semanas se deben coger tras el parto pero da un plazo de un año para disfrutar del resto de días si se negocia con la empresa. Así que en su caso optó por coger tres semanas ininterrumpidas justo después del nacimiento y para las cinco semanas restantes pactó con la empresa una reducción de jornada que está ahora mismo disfrutando y que se prolongará durante dos meses y dos semanas. «No conocía esa posibilidad y cuando me la plantearon me pareció interesante porque me permitía seguir trabajando, pero a menor ritmo, para poder dedicarle tiempo al niño», afirma. Acordaron además un horario flexible que le permite modificar la hora de entrada si lo requiere e incluso acumular jornada si necesita disponer otro día de más tiempo para estar con el pequeño. «Es lo ideal, no me estoy perdiendo nada del niño, pero puedo seguir con mi trabajo a otro ritmo», insiste.

El desempleo es femenino

El desempleo es femeninoEl paro femenino duplica al masculino en la región (en noviembre había 63.000 mujeres desempleadas por 39.000 hombres) y al final eso ha impactado en la estadística en el momento en el que la prestación se ha convertido en obligatoria (al menos una parte) para los padres. Las sensaciones son por ello contrapuestas: «porque la lectura del impacto de este real decreto es positiva, pero hay que ser realistas y por desgracia el mercado laboral lo copan mayoritariamente los hombres y el desempleo afecta en mayor medida a las mujeres» sostiene María José Ladera, secretaria de Igualdad de UGT. A pesar de ello, ve «un gran avance» en el impacto de este paquete de medidas, «aunque queda mucho camino por delante».

Para la Fundación Mujeres, el aumento de las bajas paternales hay que interpretarlo «de forma positiva», como una señal de que «se está yendo en el buen camino», aunque quede aún mucho por recorrer para que se pueda hablar de una igualdad efectiva entre hombres y mujeres. «Estas cifras nos hablan de los efectos positivos que han tenido los cambios que se han introducido en la legislación», subraya la experta Igualdad del colectivo, Isabel López. Pero recuerda que tras esas cifras hay también un mercado laboral que sigue poniendo más dificultades a las mujeres.