Los menores aumentos del patrimonio inmobiliario español entre los años 1995 y el 2004 se produjeron en las regiones de Galicia, Aragón, Extremadura y Castilla y León, donde el precio no llegó a duplicarse.

Según el último informe de Cuadernos de Información Económica, de la Fundación de Cajas de Ahorros, en el otro extremo se situaron todas las demás comunidades autónomas mediterráneas, además de Madrid y el País Vasco, informa Efe.

Según los autores del estudio, estas diferencias están relacionadas con la distinta percepción del atractivo inmobiliario que presentan las regiones, bien como residencia permanente o temporal o como inversión.

Las comunidades de mayor renta observan mayores crecimientos de precios y menores crecimientos de superficie construida, salvo Madrid.

En Extremadura y Castilla-La Mancha, la moderación relativa de precios es relevante, aunque en este caso la superficie construida registra un aumento comparativamente importante, especialmente en la segunda comunidad.

Son significativas también las divergencias en el precio de la vivienda, destacando por ejemplo que en el año 1997 se situaba el precio de la vivienda en un índice 57 en Extremadura, con una media nacional de 100, y en 157 en Madrid, valores extremos que en el 2004 pasaron a ser de 41 y 177 en estas dos regiones.