Si las entidades financieras no comienzan ya, de una vez por todas, a suavizar las condiciones de acceso al crédito y a aportar liquidez al empresariado extremeño, muchas pequeñas empresas de la región tendrán que cerrar este 2011. Ese fue el mensaje de alerta que ayer lanzó la Confederación Regional de Empresarios de Extremadura (Creex), "cansada" de esperar sin resultados a que bancos y cajas abran el grifo de la financiación.

"Las medidas aplicadas hasta ahora y las reuniones mantenidas con la banca, como la que se celebró en Extremadura entre el presidente de la Junta, el líder de la oposición y las entidades financieras, no han servido para nada. No hay acceso al crédito", explicó ayer Juan Manuel Arribas, secretario general de Creex. Para esta organización, "es fundamental aportar liquidez al tejido empresarial para poder comenzar a crear empleo; de lo contrario, el paro puede seguir aumentando".

Por ello, desde la patronal extremeña exigieron al Gobierno que flexibilice las condiciones de acceso a los créditos ICO (Instituto de Crédito Oficial) y que presione a los bancos para que la mayor parte del dinero que les ofreció para evitar el colapso financiero revierta en la sociedad en forma de préstamos para el consumo a bajo interés.