La Confederación Empresarial Extremeña (Creex) ha afirmado este jueves que el registro obligatorio de la jornada laboral ha resultado «infructuoso», pues a su juicio solo ha añadido burocracia y conflictividad laboral.

Según el secretario general de la Creex, Javier Peinado, la medida tomada por el Gobierno central ha generado «inseguridad, conflictividad y burocracia» en las empresas, especialmente en las más pequeñas, las micropymes y los autónomos, que son los más numerosos en la economía extremeña.

«Desde la Creex y desde todos los representantes del empresariado español se advirtió de que esta obligación no aportaría nada positivo, y solo incrementaría la confusión, repercutiendo lesivamente en la productividad de las empresas y en los costes laborales», indicó ayer en una nota.

Sin embargo, añadió, «no se escuchó al empresariado, ni a la hora de elaborar la norma ni para implementarla, y lamentablemente los hechos nos están dando la razón».

precipitado / Para Peinado «se intentó matar moscas a cañonazos» con una decisión «precipitada, sin consenso y sin diálogo social», y los resultados se han vuelto «en contra».

Más en detalle, ha citado los «problemas» derivados de una falta de concreción respecto a cómo había que controlar los horarios, la imposibilidad de cumplir en los casos donde no existe un centro de trabajo donde se realice la actividad, las dudas sobre el conteo de los tiempos de descanso y los traslados, y la falta de un sistema de registro homogéneo.

Estas situaciones, lamenta, han acarreado problemáticas para las pequeñas empresas, que no saben qué deben hacer para evitar las sanciones, así como una «judicialización» de las relaciones laborales al surgir discrepancias entre empresa y trabajador sobre cómo se contabiliza la jornada, además de «tensionar» la negociación colectiva.

Por ello, la Creex insistirá en pedir la derogación de la norma para elaborar «una nueva consensuada» en las mesas de diálogo social, y que sea «viable y eficaz».