La Federación Empresarial Cacereña exigió ayer en un comunicado la destitución de Luis Fernández Palomino, hasta hace unos meses secretario de la Unión de Profesionales Autónomos de Extremadura (UPTA), de la vicepresidencia de la Cámara de Comercio de Cáceres, como consecuencia de las "graves acusaciones" que pesan sobre él.

La asociación cacereña considera que las sospechas sobre la gestión del antiguo líder de la UPTA, que habría desembocado en una deuda millonaria aún por determinar --ver EL PERIODICO del 31 de octubre--, puede dañar la imagen de la institución provincial. Por ello, solicita a la Federación Empresarial Placentina, que compone la actual directiva de la Cámara, el cese del todavía vicepresidente.

Asimismo, la asociación recuerda en su nota que Palomino desempeñó el cargo de tesorero de la institución cameral durante la anterior legislatura, por lo que considera necesaria una auditoría de las órdenes de pago o cobros efectuados por este durante los últimos cuatro años. De esta forma, añade, ningún empresario podrá cuestionarse el "buen fin" que hayan podido tener las cuotas camerales que se cobran a todos los empresarios de toda la provincia.

Finalmente, la federación cacereña señala la conveniencia de que el secretario de la Cámara proceda a iniciar de oficio el expediente de baja de la condición de plenario de Palomino, al carecer este de empresa alguna, ya que, según denuncia, "el bar que regentaba lo cerró al incorporarse a la plantilla de UPTA".

Por su parte, el nuevo secretario general de dicha organización, Luis Durán, reconoció el pasado martes a este diario que la auditoría interna encargada tras la dimisión de Palomino ha arrojado "un nivel de deuda importante", si bien no superaría el presupuesto anual de la UPTA (600.000 euros).